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Voto de Kyrios:
8
Western Scott es un pobre vagabundo que malvive limpiando las calles de un pueblo desértico y tranquilo, donde todos se ríen de él por ser hijo de una prostituta. Su vida cambiará con la llegada de Travis (Lee Van Cleef), un veterano pistolero al que todos temen.Travis le enseña a Scott a usar las armas para que pueda defenderse. Por desgracia, todo el odio y el resentimiento que el chico albergaba empieza a salir a la superficie. (FILMAFFINITY) [+]
21 de diciembre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El día de la ira (1967), dirigida por el italiano Tonino Valerii, es probablemente uno de los mejores eurowesterns que hay, prácticamente a la altura de la primera película de Leone en el género. Cuenta con un guion muy maduro, que a diferencia de otras películas spaghetti, no solo muestra tiroteos y violencia a raudales, sino que incluye una interesante reflexión sobre el propio género. La película fue un gran éxito de taquilla en Italia en su momento.

Giulano Gemma interpreta a un joven que no tiene nada, y por no tener no tiene ni siquiera apellido, porque es un "bastardo". Todo el pueblo le humilla y él no hace más que tragar con las vejaciones que le provocan todos los habitantes del pueblo. Sin embargo, un buen día aparece un misterioso personaje, interpretado por Lee Van Cleef, que no tolerará que en su presencia humillen al joven personaje y le enseñará un par de trucos...

A priori podría parecer que nos encontramos ante un Spaghetti más. Se rodó como tantas otras en Almería, se contrató a una estrella norteamericana en horas bajas como es Lee Van Cleef, que justo había despegado con las películas de Sergio Leone, y que estaba acompañado por una estrella local, Giuliano Gemma. Para la banda sonora no se contó con Ennio Morricone, sino con Riz Ortolani, que sin embargo compuso un gran tema principal, igual de pegadizo que las películas en las que aparecía Clint Eastwood (De hecho, el tema sería reaprovechado por Tarantino en Kill Bill).

El elemento que hace que la película destaque por encima de otras obras del mismo subgénero es la consciencia que demuestra. El día de la ira analiza los troppos del Spaghetti y los pone bajo la luz de la consciencia y la ética moral. Uno de los rasgos distintivos es el personaje amoral, antiheroico, que solo piensa en su propio beneficio y al que no le importa dejar una ristra de cadáveres tras de sí para conseguir sus propios objetivos. Una visión casi de superhombre Nietzscheano, que quedaba plasmada en la trilogía del Dolar de Leone.

Este personaje aparece en nuestra película interpretado por Lee Van Cleef. Él es el "Clint Eastwood" de El día de la ira. Es un personaje que deja tras de si una ristra de cadáveres y es él quien enseña al personaje de Frank, interpretado por Giuliano Gemma, a disparar y lo convierte en un hombre que no tolera que lo humillen. Realmente hace de él un superhombre, con una moral superior. ¿Pero dónde queda la humanidad en esta transformación? La película es lo suficientemente madura como para mostrar, con cierta denuncia, que la evolución del personaje, comporta un traspaso de corrupción, y los personajes que antes vejaban a Giuliano Gemma son los que ahora son vejados. Nada ha cambiado, solo el nombre del maltratador y los maltratados.

Por esto, podemos decir que nos encontramos ante de uno de los Spaghetti más maduros de la filmografía italiana. Tiene aspectos de profundidad que ni siquiera las películas de Leone tenían. Porque mientras que la mayoría de películas muestran al vaquero protagonista con un perfil unidireccional (es bueno mientras consiga matar cuantos más enemigos mejor), aquí hay un perfilamiento mucho más humano.

A pesar de que quizá la dirección no es demasiado llamativa, nos encontramos con algún plano muy interesante, como es el caso de la paliza que le dan a Van Cleef atándolo a un caballo, o algunos duelos que explotan como siempre en un delirio de violencia propio de un comic, o fumetto, para adultos.

Conclusión

El día de la ira es una gran película sepultada por otros millares de eurowesterns que sin embargo no se acercan a su nivel en ningún aspecto. Contiene una gran reflexión sobre el género que quizá es única, porque ni siquiera en los filmes de Leone hay un debate sobre la violencia intrínseca al eurowestern.

Crítica escrita para Cinemagavia.es
Kyrios
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