Película introspectiva de uno de los directores que nos han acompañado durante toda la vida que ahora da su canto de cisne con esta al parecer su última película.

Al parecer es una película con tintes autobiográficos de su director. Acompañan a nuestro héroe Mahito en un viaje de introspección a través de sí, dado los diferentes conflictos que tiene que resolver por diferentes episodios traumáticos que llegan a su vida.

Nos sumergimos así como el viaje de Chihiro en un mundo mágico y cautivador lleno de misterios, asociado a reencarnación, binomio vida-muerte, y reflexión sobre la obra artística. Casi como un mundo budista.

Como siempre en las películas de Miyazaki hay un personaje femenino que sirve de guia al protagonista y le transmite serenidad y paz, en una mente que de por sí ya está envuelta en conflictos. Como dándole un sentido de equilibrio en su vida. Representando ese tipo de personas que nos hacen crecer espiritualmente. Una especie de Beatriz como representación del amor universal.

Me encanta la simbología que se hace del fuego como un elemento catártico y liberador de todas esas emociones que en ocasiones tenemos contenidas.

Voy a dejar algunos comentarios que escuché y me parecen interesantes sobre la película.

Mi hermano Mario: "Tenía grandes expectativas con la película dado que me esperaba algo al estilo El Castillo Ambulante o el viaje de Chihiro pero no llenó mis expectativas dado que muestra muchas cosas que ya había mostrado en películas pasadas". Estoy muy de acuerdo con él, aunque a mi si me gustó mucho

Público cuando iba saliendo del cine: "No entendí nada". Opino que la trama puede ser algo confusa y más contemplativa que otras películas anteriores, pero que a mi me gustó mucho.