Llega ahora el gran éxito comercial de 1998, la número uno en ese año, "Armaggedon", denostada por la crítica, nada menos que siete nominaciones a los Oscars que se llevó aunque un solo "premio" pero querida por el público, al menos por parte de él, porque otros es que la odian. Claro que con más de 553 millones de dólares recaudados en todo el mundo, bien puede decir Jerry Bruckheimer y compañía aquello de Góngora "Ande yo caliente y ríase la gente". La película, fuera de partidismos o lo contrario es inverosímil, de acuerdo pero si pasamos por el alto el dudoso argumento, unos perforadores reciclados en astronautas para dinamitar un meteorito gigante, nos encontraremos con un moderado espectáculo, no muy bueno pero tampoco malo.

"Armageddon" tiene un estilo como irrelevante, entre el cómic y el dibujo animado, pero siempre infantil. En definitiva, no se toma en serio a sí misma. El motivo es que lo que nos ofrece Michael Bay es una aventura pasajera saturada de humor, muy bueno el personaje de Steve Buscemi, con algo de drama, el final sí es emotivo, y romance, nada aquí es especialmente llamativo salvo la belleza de Liv Tyler. Claro que aún es peor que la historia sea en realidad muy plana. Se basa en prepararse, viajar, hacer el trabajo y regresar, sin que una oposición de cualquier tipo, ni nada en principio anómalo que vaya a perturbar la misión. El director intenta solucionarlo con alguna peripecia improvisada con las que al final consigue, si no cautivar, sí entretener con bastante dignidad.