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Acción
Jason Stillwell (Kurt McKinney) es un joven, fan de Bruce Lee, que estudia en la escuela de karate de su padre. Pero cuando un mafioso comienza a extorsionarles, el padre decide que se deben marchar a otra ciudad, y allí el hijo se apunta a otra escuela. Pero Jason también es humillado, y va a la tumba de Bruce Lee a pedirle ayuda... (FILMAFFINITY)
25 de marzo de 2019
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando empecé a ver "Retroceder nunca, rendirse jamás" no me acordaba pero luego a medida que pasaban los minutos caí en la cuenta de que se trataba de uno de esos títulos de artes marciales que Antena 3 nos regaló hacia 1992, dentro del ciclo "Cinturón Negro", con Coral Bistuer. Qué recuerdos. El caso es que aunque parezca malilla y una desconocida, la película tuvo la suficiente pegada como para dar lugar a dos secuelas más, eso sí, con un elenco totalmente distinto. Sea como fuere, aquí el reclamo es Jean-Claude Van Damme pero aunque la portada le conceda casi el protagonismo, realmente su papel es muy pequeño, una escena al principio y un poco más al final.
El largometraje vendría a ser como un cruce entre "Karate Kid" (1984) y "Rocky IV" (1985), y en cierto modo su propia existencia se debe al efecto arrastre que estos títulos produjeron, especialmente la primera que desató la fiebre por las artes marciales en los jóvenes y adolescentes, a pesar que en este campo es más bien desastrosa con su lamentable "Patada de la grulla" y otras paridas. La presente puede tener algunos fallos, por ejemplo el montaje parece tragarse algunas escenas, pero retrata perfectamente el estilo de esa época. La película es muy de los 80, desenfada, refrescante e "incorrectamente" para chicos. Normal que nos hiciera flipar de niños (SPOILER).
El largometraje vendría a ser como un cruce entre "Karate Kid" (1984) y "Rocky IV" (1985), y en cierto modo su propia existencia se debe al efecto arrastre que estos títulos produjeron, especialmente la primera que desató la fiebre por las artes marciales en los jóvenes y adolescentes, a pesar que en este campo es más bien desastrosa con su lamentable "Patada de la grulla" y otras paridas. La presente puede tener algunos fallos, por ejemplo el montaje parece tragarse algunas escenas, pero retrata perfectamente el estilo de esa época. La película es muy de los 80, desenfada, refrescante e "incorrectamente" para chicos. Normal que nos hiciera flipar de niños (SPOILER).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
¿Qué chaval no quiere convertirse en el héroe, aprender artes marciales, vencer a los malos y llevarse a la chica? Lo de "incorrectamente" viene porque hoy en día estas cosas, gracias al feminismo y otras doctrinas progres, se ven mal o muy mal, empezando porque un niño quiera aprender karate o algo así, si fuera una niña estaría perfecto, pero si es un chaval "se estarían reproduciendo los patrones de género que vinculan la violencia con lo masculino...", siguiendo porque las peleas pueden estar perfectamente justificadas y terminando porque el rol de la chica sea perfectamente pasivo, dulce y femenino. Él entrena duro, se da de tortas con los malos y se encara con los gamberros, ella organiza fiestas, anima desde el banquillo y se la "conquista" regalándole un conejito, que dicho sea de paso es efectivamente monísimo. Pero lo más interesante, es que esta muchacha que podría parecer una pánfila a la que manejan los "hombres duros" en realidad es la que manda, abofetea al que se pasa de la raya, te ignora cuando está molesta y obliga a que él sea el que tenga que disculparse, entre otras cosas, porque tiene razón. Bravo, Kelly (Kathie Sileno), qué gran ejemplo para todos, especialmente para las mujeres, y no el feminismo, que lo hace realmente es degradar, menospreciar y ofender a la feminidad, para mayor perjuicio de las mujeres.