Película extremadamente sangrienta por el tipo de escenas, la sangre siempre salía volando lo cual me daban ganas de vomitar y pensé ¿Acaso el director quería eso? ¿Era su fin lograr que el espectador sintiera tan real la historia? Y si fue así, lo logró.
El trabajo de los actores es impresionante, con un Edward Norton capaz de transmitir el hastío y la indiferencia que requiere su personaje, y con un Brad Pitt... tan guapo como siempre y que cada papel que interpreta se llena al cien. Dan a notar siempre la pasión con la cual se creó.
¡Totalmente recomendable!