El comienzo es intrigante e interesante. Los paisajes vascos me recuerdan a Vacas, por cierto en esta película las vacas y los toros son una parte importante y tienen un significado metafórico. Ojo con las caídas siderales de vacas! La fotografía excelente, planos poéticos como el Médem de siempre. Si queréis un poquito de despelote actoral y escenas de sexo acuático o en mesa o con picados de cámara y orgasmos extratrosféricos los hay también. La historia es un poco folletinesca pero como está narrada, el tono y la buena interpretación de los actores consiguen evitar esa sensación y consigue engancharte hasta el final. El actor que interpreta a Olmo da un poco de miedo y para mí es un personaje que no se sabe muy bien como es, lo único que es bueno en la cama y que está todo el día haciendo flexiones y descamisado, pero no se sabe realmente como es. De todos modos funciona porque son otros los que cuentan su historia y la de todos los personajes que aparecen. La historia de varias familias unidas por lazos de sangre.