Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de David MS:
9
Acción. Thriller Un tal Simon siembra el pánico en las calles de Nueva York haciendo explotar una serie de bombas, y asegura que no dejará de hacerlo a menos que el agente John McClane acceda a jugar con él a un juego llamado "Simón dice". Con la ayuda de Zeus, un electricista de Harlem, el agente comienza una trepidante carrera para resolver las adivinanzas planteadas por el terrorista y, al mismo tiempo, para averiguar sus intenciones. (FILMAFFINITY)
13 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pese a su corrección La Jungla 2: Alerta Roja es la peor de la saga y para qué negarlo, dejó un sabor de boca tirando a malo. Cinco años después llegó una tercera parte bastante superior que recuperaba el director de la primera parte, John McTiernan, y con él, una trama unida de manera directa a la misma y esplendida primera entrega. En el reparto repite Bruce Willis como John McClane (ya sin mujer), secundado por Samuel L. Jackson, Jeremy Irons y Graham Greene (Bailando con Lobos).

En esta ocasión John McClane se enfrenta con un terrorista (Irons) que tiene una venganza personal contra él (y también Nueva York sitiada de bombas) y que le lleva a participar en una versión algo macabra del juego de las adivinanzas. Contará con la ayuda -y para el espectador aliciente- de Zeus (Jackson), un vendedor de electrodomésticos racista.

Con la vuelta de John McTiernan a la saga volvió la calidad y con ella una historia que si bien es una patraña -en realidad todo gira sobre un robo- ofrece el divertimento de ver a McClane puteado como nunca desconectando bombas en cada rincón de la ciudad de los rascacielos. Momentazos a recordar, muchos: McClane desnudo en Harlem con un cartel de 'Odio a los Negros', McClane y Zeus en un taxi pasando por medio de Central Park, el juego de las garrafas de agua, y como en cada entrega de Jungla de Cristal, gran cantidad de tiroteos/persecuciones que se inscriben entre las mejores de la saga y de los mismos años 90 en que se rodó este tercer capítulo.

En el reparto dos actores protagonistas que se encontraban en un momento post-Pulp Fiction, la pareja protagonista Willis & Jackson, con unos diálogos que no desentonarían en la misma película viendo la mala leche con la que fueron escritos -constantes alusiones racistas-. Ambos se muestran como una de las mejores parejas en una cinta de acción, al estilo Mel Gibson/Danny Glover en la saga Arma Letal. Jungla de Cristal: La Venganza cuenta también con un villano de pedigrí, el otrora en forma Jeremy Irons, irónico y comiquero -expresión que dudo que exista-.

Solo un pero, un clímax que traslada la acción de Nueva York a la frontera con Canadá, algo soso y lejos del nivel de los dos primeros actos y parte del tercero. En realidad el final, como muestran los extras del DVD, era otro. Una escena de seis minutos en la que vemos a McClane, ya ex-policía, dando con el paradero del villano en Austria tiempo después y cambiando las tornas en el juego de las adivinanzas (bazooka y ruleta rusa incluidos).

Hubiera sido un buen punto final a la saga y una buena manera de cerrar el círculo dada las conexiones con la primera parte. Los productores prefirieron la falsa espectacularidad de un desenlace algo chapucero y sacado de la manga, y de paso mantener el oficio de McClane para no tener que buscar una excusa para la vuelta al servicio del personaje en una posible cuarta entrega, que sí llego, doce años más tarde, la también apreciable La Jungla 4.0.
David MS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow