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España España · Sevilla
Voto de Seldon:
3
Serie de TV. Terror. Drama Serie de TV (2016-2018). 2 temporadas. 20 episodios. Kyle Barnes es un joven que se ha visto afectado por posesiones demoníacas toda su vida. Ahora, con la ayuda del reverendo Anderson, un predicador con sus propios demonios personales, Kyle se embarca en un viaje para encontrar respuestas para conseguir tener una vida normal. Pero lo que Kyle descubre podría cambiar su destino (y el destino del mundo) para siempre. (FILMAFFINITY)
24 de septiembre de 2016
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tenía que empezar a ver esta serie sí o sí. A ver, recapitulemos. Una serie de género fantástico (OK), de terror (OK), de posesiones demoníacas (OK), y encima basada en un cómic del mismo tío que hizo Walking Dead (bueno esto realmente me importaba menos, pues ni he leído el cómic ni creo que tenga mucho que ver, pero quieras que no le sumaba puntos de reputación).

Así que ¿cuál era la pega? ¿dónde estaba el inconveniente? Joder, todo eran puntos positivos.

Bueno... No. No exactamente.

Vayamos por partes. El “marginado” del título (el outcast) es Patrick Fugit (lo cual que hizo mucha gracia pues sólo conocía de él su interpretación de crítico de rock apenas adolescente que hacía en “Casi Famosos”). Pero aquí es Kyle Barnes, un tipo rarito que vuelve a su pequeño pueblo en la Virginia profunda, (ya sabéis el cinturón de la Biblia y eso), a la casa en la que vivía con su madre cuando era niño.

No es que su madre esté muerta, pero casi: está desde hace años catatónica en un hospital. En concreto desde que los servicios sociales recogieron a Kyle y lo llevaron con una familia de acogida.

En principio podría parecer que la madre lo maltrataba (y de hecho era así), pero la realidad que descubrimos pronto es que la madre esta “poseída” por algo, y ese algo es el que la hacía comportar así. Hasta que “salió” o mejor dicho Kyle la obligó a a salir (y en el camino dejó a su madre como un vegetal.

Pero es que este chaval parece ser un imán para las posesiones dominicas: después de pasar por una casa de acogida y formar una familia también su hija pequeña resultó poseída. Y también le sacó los demonios... solo que con un método poco convencional: no os espereis un hisopo de agua bendita, una bibilia y el ritual latino para los exorcismos. No. Básicamente su método se basa más en luchar contra los demonios a puñetazos... vamos que saca los demonios a hostia limpia.

Y claro, con esa reputación, con una orden de alejamiento de su mujer e hija, regresa al pueblo donde nadie, o casi nadie, lo mira bien.

Digo casi nadie porque su hermana adoptiva (la hija del hogar de acogida donde acabó) si que lo acepta, lo ayuda (pese a las protestas de su cuñado, un policía) y se preocupa por él. Pero poco más.

Rome, el pueblo a donde regresa, es un pueblo pequeño de Virginia, con su jefe de bomberos, su jefe de policía y su reverendo, que quedan para jugar su partida semanal de póquer, y cosas así. Pero parece que los demonios tienen una especial predilección por el lugar: el reverendo también ha hecho varios exorcismos a sus feligreses a lo largo de los años, entre sermón dominical y sermón dominical.

Así que ambos forman equipo, y se dedican a detectar poseídos y a liberarlos... siguiendo el método tan particular de Kyle.
A ver, la serie tiene una factura impecable. Eso no se le puede negar. Está muy bien hecha, incluso tiene sus momentos de tensión. Sobre todo durante los primeros episodios (el episodio piloto no está nada mal). Pero el problema es que aburre, aburre mucho. Van pasando los episodios y parece que aquello va a despegar, pero nunca lo hace definitivamente.

Desde luego, no esperes gore aquí, pero tampoco esperes terror o sustos. No los tiene realmente. Y así se van sucediendo los episodios, uno tras otro, con historias colaterales como la de la hermana, aburriendo cada vez más. Y no porque sean peores, sino realmente porque hacen avanzar muy poco la historia, incluso aunque empiezas a intuir lo que pasa realmente con el “marginado” (que luego te cuentan), y a pesar de la llegada del malo al pueblo (el único personaje que realmente merece la pena).

Hasta que llega el décimo y último episodio de la primera temporada. El único en el que parece realmente levantar cabeza la serie, suponiendo claro que hayas tenido la paciencia de aguantar hasta aquí.

Pero claro, como esto es una serie basada en un cómic publicado por entregas, la historia es mucho más larga. Es como si toda la primera temporada fuera un gigantesco prólogo o planteamiento, que deja todo preparado para que la historia continúe en la segunda (y supongo que sucesivas) temporadas.

Desconozco como será la segunda, y creo que voy a seguir a sí. A mi particularmente ha logrado aburrirme demasiado y colmar mi paciencia como para darle otra oportunidad.

Más en: http://el-pobre-cito-hablador.blogspot.com/2016/09/outcast-exorcismos-hostias.html
Seldon
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