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Voto de Michael Myers:
6,381
Drama
Después de dominar el mundo del boxeo, Adonis Creed ha progresado tanto en su carrera como en su vida familiar. Cuando Damian (Jonathan Majors), un amigo de la infancia y antiguo prodigio del boxeo, reaparece después de cumplir una larga condena en prisión, Adonis Creed quiere demostrar que merece una oportunidad en el ring. El enfrentamiento entre estos antiguos amigos es algo más que una simple pelea. Para ajustar cuentas, Adonis debe ... [+]
31 de marzo de 2023
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de dos películas con la siempre estimable compañía de Sylvester Stallone, ahora a Michael B. Jordan le toca volar en solitario en esta ya trilogía/spin-off del hijo del legendario Apollo Creed con el nombre nada pretencioso de Adonis. No solo le toca volar en solitario delante de las cámaras sino también detrás, debido a que esta es la ópera prima de Michael B. Jordan.
Ante esta novedad de dirección, era normal preguntarse si podía llegar a niveles no de John G. Avildsen (porque sería pedir demasiado), sino de Sylvester Stallone cuando le tocó dirigir secuelas de Rocky. Ante esta incógnita, la respuesta es que aprueba sin sufrimiento, aunque aún le falta tiempo de cocción a este nuevo realizador.
El punto de partida es interesante, pues tenemos a un amigo de la adolescencia, llamado Damian, de Adonis que ha pasado por la cárcel y ahora busca rehacer su vida con el apoyo de Creed. A pesar de esa trama, se queda a medio gas como se quedó la trama entre los Drago y los Creed en la segunda película, una de sus grandes faltas. Y es que aquí también se siente que va a lo fácil, sin tomar muchos matices; por otro lado, ahonda un poco más en el drama que en la segunda parte mas el desarrollo y desenlace se ven venir.
En términos de interés he tenido más por todo lo que tenía que ver con la madre adoptiva de Adonis y viuda de Apollo ya que no esperaba su mini historia, mientras que la de Adonis y Damian es evidente desde lejos y, a pesar de las solventes interpretaciones de sus dos protagonistas, no hace mucho por elevar el listón de las dos primeras entregas. Básicamente, se queda en el mismo escalón que 'Creed II: La leyenda de Rocky'.
Jordan cumple delante de las cámaras y también detrás con una eficiente dirección de actores y manejo de la situación. El guion de Zach Baylin y Keenan Coogler es el mayor rival del filme al presentar supuestos desafíos y conflictos sin terminar de creérmelos del todo y sentir algo por los personajes protagonistas. A estas alturas, hay que ir con algo más que combates y rencillas del pasado, mostrar otros aspectos del boxeo y ahondar más en el aspecto dramático porque con lo que hay es suficiente para sacar una decente película, aunque no maravillosa.
Ante esta novedad de dirección, era normal preguntarse si podía llegar a niveles no de John G. Avildsen (porque sería pedir demasiado), sino de Sylvester Stallone cuando le tocó dirigir secuelas de Rocky. Ante esta incógnita, la respuesta es que aprueba sin sufrimiento, aunque aún le falta tiempo de cocción a este nuevo realizador.
El punto de partida es interesante, pues tenemos a un amigo de la adolescencia, llamado Damian, de Adonis que ha pasado por la cárcel y ahora busca rehacer su vida con el apoyo de Creed. A pesar de esa trama, se queda a medio gas como se quedó la trama entre los Drago y los Creed en la segunda película, una de sus grandes faltas. Y es que aquí también se siente que va a lo fácil, sin tomar muchos matices; por otro lado, ahonda un poco más en el drama que en la segunda parte mas el desarrollo y desenlace se ven venir.
En términos de interés he tenido más por todo lo que tenía que ver con la madre adoptiva de Adonis y viuda de Apollo ya que no esperaba su mini historia, mientras que la de Adonis y Damian es evidente desde lejos y, a pesar de las solventes interpretaciones de sus dos protagonistas, no hace mucho por elevar el listón de las dos primeras entregas. Básicamente, se queda en el mismo escalón que 'Creed II: La leyenda de Rocky'.
Jordan cumple delante de las cámaras y también detrás con una eficiente dirección de actores y manejo de la situación. El guion de Zach Baylin y Keenan Coogler es el mayor rival del filme al presentar supuestos desafíos y conflictos sin terminar de creérmelos del todo y sentir algo por los personajes protagonistas. A estas alturas, hay que ir con algo más que combates y rencillas del pasado, mostrar otros aspectos del boxeo y ahondar más en el aspecto dramático porque con lo que hay es suficiente para sacar una decente película, aunque no maravillosa.
