A veces, netflix permite que podamos disfrutar de historias muy interesantes que suponen un aporte diferente en su repertorio. Este es el caso de ‘’Poco ortodoxa’’ la adaptación seriefila del bestseller de Deborah Feldman, donde se narra cómo escapa de la comunidad judía ultraortodoxa de Williamsburg en la que se crió.


Si bien la serie y el libro discrepan en varios puntos, el camino de liberación de Esty sigue el mismo recorrido. Mientras en la vida real Feldman encontró una vía de escape en la literatura, para Esty esa oportunidad se presenta en la música. De este modo, el arte acude como único salvavidas posible con el que intentar librarse de un presente asfixiante.


‘’Poco ortodoxa’’ es una historia de liberación y de esperanza, pero sobre todo de libertad. La libertad de empezar en un nuevo ambiente que no sea hostil y que te permita desarrollarte como ser humano. Un lugar donde tus sentimientos y aspiraciones sean respetados. En el que seas alguien y no algo.


Del mismo modo, también nos habla del machismo. Ese que somete a su voluntad el placer, el deseo, los sueños y la libertad de hombres y de mujeres. Si bien es cierto que su protagonista es Esty, Janky se convierte en uno de los personajes más interesantes de la serie. Desde el primer minuto somos conscientes de la buena relación entre Esty y su marido. Porque a pesar del lavado de cerebro al que es sometido Yanky, podemos apreciar que tiene un buen corazón. Las intenciones y el comportamiento de su personaje distan mucho de las de su primo Moishee. El camino de aprendizaje en el viaje de Esty a Berlín y su posterior empoderamiento suponen un nuevo comienzo en la mente de Yanky. Empieza a cuestionarse todo lo aprendido, por primera vez duda de sus orígenes y analiza la raíz de los fallos acontecidos en una relación matrimonial donde la sociedad tenia más peso que la pareja y en la que era imposible que los afectos entre dos jóvenes surgieran de forma natural.


Porque Yanky, al igual que Esty es otra víctima del patriarcado. Un sistema que suprime tanto a hombres como a mujeres y los liga a un prototipo perpetuo del que les resulta imposible poder escapar. Si Yanky y Esty se hubieran conocido en otro ambiente tal vez todo podría haber sido muy diferente para ellos. Sin embargo, en el mundo estricto y hermético de Williamsburg era imposible que surgiera entre ambos una relación igualitaria.


‘’Poco ortodoxa’’, no solo nos ofrece una historia interesante y un guión agil y adictivo. La recreación de la vida de los judíos ultraortodoxos de Williamsburg(un barrio del distrito neoyorkino de Brooklyn), resulta verosímil y cercana. En cuatro episodios somos participes de sus costumbres, ritos y formas de vida. Nos adentramos en sus raíces y en su cultura, comprendiendo por fin a esos hombres taciturnos de trajes voluminosos y a esas mujeres cabizbajas con cabellos rapados al cero que se ocultan bajo una peluca. Seres que mutilan sus cuerpos y sus almas en servicio a un dios inexistente que rige todos los imperativos de sus vidas y al que deben guardar obediencia extrema. Es realmente curioso que en un ambiente tan libre y variopinto como el que se da en Nueva York, surja una comunidad tan cerrada y extremista como la que se nos presenta. Esto, no deja ser ser una muestra más de que el fanatismo y las comunidades cerradas pueden aflorar en cualquier lugar.


Con una fotografía preciosista que recrea escenas tan emblemáticas como el primer baño de Esty en el lago de Berlín o el concierto donde se canta una canción judía, la nueva miniserie de Netflix nos atrapa con su belleza desconcertante y su mensaje esperanzador.


Mención especial al reparto de actores, en concreto a Shira Haas y Amit Rahav, que dan vida a Esty y Yanky de una forma inmejorable. ‘’Poco ortodoxa’’ no es solo recomendable. Debería ser de visionado obligatorio para cualquiera por su contenido comprometido y su valiente desempeño. El formato de cuatro episodios hace que su visionado nos resulte liviano y placentero..