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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
6
Drama “Monstruo” es lo que el abogado de la acusación llama al joven de 17 años Steve Harmon, un brillante estudiante de Harlem y aspirante a director de cine. Acusado de asesinato por un crimen que él asegura no haber cometido, la historia se centra en la compleja batalla legal que determinará si pasa el resto de su vida en la cárcel. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2021
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Monster (2018), dirigida por Anthony Mandler, es un drama judicial que sigue el juicio que se le hace a un joven afroamericano de 17 años que es acusado de ser partícipe en un robo que acabó en un asesinato. Presenta un interesante juego con los puntos de vista y la noción de verdad.

Por Nicolás Bianchi

Más que la culpabilidad o no del personaje en el hecho del que se lo acusa durante el juicio que constituye el centro de Monster, lo que parece estar en cuestión es si un joven afroamericano de 17 años es o no una aberración de la sociedad. El sistema judicial estadounidense es presentado como una máquina de fabricar culpables, más allá de lo que sea verdad, en el que un abogado blanco puede apuntar su dedo contra alguien y, en frente del jurado, llamarlo monstruo.

La película está narrada en off por su protagonista Steven Harmon (Kelvin Harrison Jr.), un joven que estudiaba para ser cineasta cuando se vio acusado de un crimen en el que dice no haber tenido participación. Monster está completamente volcada al punto de vista del personaje de Steven y, en ese sentido, no es un drama judicial tradicional, ya que se centrará solo en un puñado de momentos dentro de la sala además de recorrer su vida previa a ser arrestado.

En principio lo que se plantea es que Steven es acusado por ser afroamericano. James (el rapero ASAP Rocky) y Bobo (John David Washington) asaltaron una licorería en un episodio en el que, luego de un forcejeo, el dueño resultó muerto. A Steven lo acusan de actuar de ‘campana’ ya que habría ingresado al local antes para verificar que no haya nadie más dentro y luego, mediante una señal, les advirtió a sus supuestos cómplices que el terreno estaba liberado. Lo que Steven sostiene es que era un día de calor y simplemente entró al negocio, compró una gaseosa y se fue.

Por el resultado del hecho pesa sobre Steven la posibilidad de ser condenado por diez o hasta veinte años de prisión. A sus 17 años se trataría de una sentencia que dinamitaría su juventud y, probablemente, su vida. Mediante flashbacks lo que la película cuenta, a través de la voz del personaje, es la vida de un muchacho estudiante de clase media (su padre interpretado por Jeffrey Wright es profesional) con una vida productiva por delante que conoce tanto a James como a Bobo porque viven en el mismo barrio pero no son amigos ni mucho menos socios en algún tipo de emprendimiento criminal.

El duelo en el juzgado está protagonizado por el abogado del Estado Petrocelli (Paul Ben-Victor), quien vendría a ser el villano, y Maureen (Jennifer Ehle), la defensora de Steven. Lo que la película hace es dejar sentado que antes de cualquier otra cosa a Steven se lo acusa de ser afrodescendiente, y luego se centra en algunos momentos puntuales del proceso judicial. Lo preponderante, siempre, es la voz y la narración del personaje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
El Golo Cine
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