Haz click aquí para copiar la URL
España España · Badajoz/Madrid
Voto de Julio Agudo:
4
Fantástico. Ciencia ficción. Acción Un Logan amnésico investiga su pasado en el mundo del crimen organizado japonés. Vulnerable por primera vez y desafiando sus límites físicos y emocionales, no sólo se enfrentará al letal acero samurái, sino que además mantendrá una lucha interna contra su inmortalidad, que lo hará más fuerte. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Si algo me gustó de X-Men Orígenes: Lobezno (Gavin Hood, 2009) fue descubrir (lo siento, soy lego en cómics de superhéroes, más allá del patrio SuperLópez) la inmortalidad de Lobezno y cómo éste participó en algunas de las conflagraciones más cruentas de la Historia (la Guerra Civil Estadounidense, Primera y Segunda Guerras Mundiales y la Guerra de Vietnam). Esa inserción en nuestro mundo real le confería un atractivo al personaje cercano al de los antihéroes de Watchmen (rompedora novela gráfica de Alan Moore e infravalorada película de Zach Snyder).
Lobezno Inmortal (James Mangold, 2013) abre el telón con un prólogo sublime, situado en la Segunda Guerra Mundial (no destriparé más); sin embargo, a pesar de que se vuelve al mismo a través de algún que otro flashback, el prometedor inicio solo sirve de pretexto para un argumento descabellado, que pierde interés conforme la trama se olvida del quién para centrarse en el dónde.
Sí, señores, Japón es el auténtico protagonista de la película, y asistimos a refritos de “esto ya lo he visto yo”, del calibre de thriller oscuro con los Yakuza de por medio (Black Rain), relación sentimental occidental-japonesita tradicional (El Último Samurái) y, cómo no, coreografías llenas de ninjas encapuchados tratando de derribar a Lobezno a base de volteretas. Todos los clichés del país nipón están presentes en el film, si bien algunos rezuman originalidad y consiguen sacarnos una sonrisa (pista: “googlead” rabu hoteru y sabréis a qué me refiero).
Así las cosas, y habida cuenta de que no parecía muy ocupado en su Canadá natal, nuestro mutante se deja llevar por las intrigas del conglomerado Yashida en el País del Sol Naciente, mientras cada noche combate su pasado y su desdichada condición inmortal, para llegar al clímax de la película, el cual recupera el habitual comportamiento errático y megalómano de los villanos de cómic de una forma tan histriónica y chillona que nos recuerda a los enemigos que había de enfrentar Batman en los esperpentos perpetrados por Joel Schumacher (la última modela rusa metida a actriz, Svetlana Khodchenkova, recrea un personaje que me resulta un cruce entre una concursante de Gandía Shore y la enemiga del Hombre Murciélago protagonizada por Uma Thurman, de hecho, sus “nombres de guerra”, apariencias y poderes son bastante similares…).
En definitiva, una oportunidad perdida de la Marvel de relanzar sus spin offs de mutantes y eso que se trata del más carismático e individualista de todos. Debe ser que la fórmula funciona mejor en la dirección contraria (las series individuales de Los Vengadores prepararon para el espectáculo coral abrumador de la película estrenada el pasado año).
Lo peor:
- Japón termina por devorar a Hugh Jackman. Los vaivenes del argumento alejan al personaje de su universo mutante y para cuando intentan cerrar la historia y volver a sus orígenes, me resulta tarde.
- Cada aparición de Famke Janssen es un bajón. Y no será porque le quedan mal los camisones…
Lo mejor:
- Lo reitero, el prólogo me parece una auténtica maravilla!!
- No es la primera escena de acción que se desarrolla en lo alto de un tren a toda velocidad, pero sí la más intensa y espectacular que recuerdo.
- Es una película de la Marvel, lo que significa que no has de tener prisa por abandonar la sala a pesar del flojo final de la cinta. Tras los títulos de crédito nos espera un auténtico hype que nos devuelve la magia y grandilocuencia del Universo Marvel que parecen perdidas en este sub-producto.
Julio Agudo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow