Tras un arranque sorprendentemente potente, “Objetivo: La Casa Blanca” acaba moviéndose por las rutinarias tierras del entretenimiento ya visto y seguro. Si se hubiese mantenido el nivel de esa primera media hora muy probablemente hubiese sido más que efectiva. Aún así, no es para nada mala. Los actores cumplen, el nervio es justo y se ve muy fácil.