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España España · Madrid
Voto de OsitoF:
6
Thriller. Intriga. Terror La vida de un pueblo coreano se ve alterada por una serie de asesinatos, salvajes y misteriosos, que azota a la pequeña comunidad rural. Los rumores y las supersticiones se propagan a causa de la presencia, desde hace poco tiempo, de un anciano extranjero que vive como un ermitaño. Ante la incompetencia de la policía para encontrar al asesino y sin tener una explicación racional, algunos habitantes del pueblo buscan a un chamán. ... [+]
1 de marzo de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aun no siendo un género (el cine de terror) que me entusiasme, reconozco que hubo una temporada que lo que llegaba de Japón y Corea del Sur captó mi atención. Fue la época de “The Ring” y creo que ya he contado que fue a verla al cine (Kinépolis) de Ciudad de la Imagen, un día del espectador (miércoles) de noche… y estuve tres días sin dormir como Dios manda. Tenía ya más de veinticinco años, no era ya ningún niño impresionable y no he sido capaz de volver a verla. Por si hay alguien escrupuloso con la cronología, era 2002, era la versión de Gore Verbinski, pero para el caso es lo mismo. Todavía hoy me pregunto cómo es posible que un par de meses después decidiera repetir la experiencia con “The eye”, aunque esta vez lo llevé mejor y encontré que sus sustos eran bastante inteligentes y, aunque impactantes, no disparaban mis palancas mentales del pánico como lo hizo “The Ring”.

Poco después hubo una avalancha de películas japoneses en esa misma línea de espíritus y gente azul con las que fui perdiendo el interés. Sí, ciertamente tenían momentos de acojone, pero les faltaba un ingrediente que yo considero fundamental: independientemente del tipo de final que escoja el proyecto, los protagonistas deben tener alguna oportunidad de enfrentarse al fantasma, a la maldición o al Tío Camuñas de turno. En ese sentido, en el cine japonés siempre me ha parecido encontrar un fatalismo y una resignación a que se cumplan destinos inevitables que las hacen incómodas de ver y, como no me gusta sentirme incómodo viendo cómo la gente camina hacia sinos irremisibles, llevo ya tiempo esquivando esas películas.

Al cine de Corea del Sur, sí le doy gustoso más oportunidades. Incluso con su tendencia a finales tristes (para los estándares occidentales), sus concepto de películas de terror se plantea en forma de aventuras y misterios con componentes sobrenaturales enraizadas en su mitología. Por ese lado, “El extraño” se hace bastante atractiva. Sucesos extraños y actividad paranormal se desarrollan en un escenario poco convencional: un pueblecillo coreano tan típico como remoto, en el que podemos reconocer ciertos elementos comunes a cualquier sociedad rural y descubrir las peculiaridades de la zona. La película se desarrolla como una investigación policial que trata de explicar bajo parámetros normales los extraños sucesos que asolan esa pequeña aldea y separar lo místico de lo que son, muchas veces, prejuicios a los extranjeros, miedos a lo desconocido e intrigas vecinales.

La película se mueve entre dos mundos y juega a que el espectador deduzca en cuál se encuentra en cada momento, pero lo hace de manera solvente, sin trampas, sin recurrir a lo paranormal para salir del charco cuando la trama se ha complicado demasiado. El guion es sólido y juega con la imaginación del público para poner a prueba a veces sus convicciones y a veces su capacidad deductiva. A ratos es macabro y por momento gore, pero el conjunto te deja como una experiencia que, probablemente te deje el culo torcido, pero resulta inevitablemente interesante.
OsitoF
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