Tras el auténtico éxito de taquilla que supuso "Paranormal Activity" (sin ser una tomadura de pelo, aunque decepcionara a los que esperaban más de ella) llegó la segunda parte tres años después, señal de que aquello iba a convertirse en una franquicia de varias películas.
Es cierto que merecía una segunda parte, al dejar un final abierto, en relación a todas esas cosas que quedaron incomprendidas en la película de Oren Peli, y esta segunda parte arrojó luz sobre la mayor parte de los detalles que quedaron sin explicación en la primera y el por qué de esta maldición que persigue a las hermanas Katie y Kristi y a sus seres queridos.
Propiamente hablando, no estamos ante una secuela, sino que es una precuela, y por tanto, los hechos que aquí se describen, se ven y se relatan ocurren en el año 2006, antes de lo que vimos en esa primera parte.
Y sin haber visto "Paranormal Activity 2" uno ya puede darse cuenta de que es muy probable que no le guste tanto como la original, no sólo por ser una secuela, sino que la propuesta, aunque interesante, era débil, y como siempre pasa en el terror, basta con que muestres algo que dé miedo más de dos veces para que deje de darlo, y he ahí el principal error de esta nueva película, que es en muchas de sus secuencias un calco de la primera, sólo que con cambios que parcialmente se agradecen.
Si en esa interesante primera película predominaba ese ambiente claustrofóbico, una sola cámara y un apoyo sobre los sonidos de dudosa procedencia, además de que la casa, en sí, era más oscura, aquí se pierden esos recursos.
La casa es más grande, con más habitaciones (¿con un baño cada una?, ¿qué?), hay más cámaras colocadas por toda la casa e incluso una que deja ver el exterior, más aparatos y una sensación de "estar a solas con el mal" menos poderosa, porque en la casa vive una familia numerosa con perro, chacha y visitas incluidas. La familia, por cierto, es la de Kristi, la hermana de la protagonista de la primera película... Que se haya incluido un perro no es mala idea, y el bebé también es un elemento nuevo e importante, pero la sirvienta (sudamericana, cómo no) sobraba, porque desde el principio hace un poco el ridículo
La claustrofobia ya no está al servicio, ¿y entonces?, ¿"Paranormal Activity 2" debe incluir otros elementos que provoquen la misma tensión que en la primera, verdad? Sí, más o menos lo compensa con sustos más efectivos e impactantes que los de la primera y la historia de las hermanas que se vuelve más interesante y siniestra, por lo que se puede decir que esta nueva entrega tiene mucho más trasfondo. Pero sigue las mismas pautas, suceden casi las mismas cosas y la actividad paranormal empieza demasiado rápido aunque sea con sutilezas, y al mismo tiempo tarda mucho en arrancar y la película se hace un poco pesada al ser innecesariamente larga, bastante más que la primera. El comportamiento de todos es el mismo que el que encontramos en la primera parte. Primero todos se ríen de que pueda haber algo paranormal en la casa o que estén siendo víctimas de un embrujo y luego se empiezan a acojonar gradualmente, unido a intentos de incluir un poco de humor que no encajan, y aunque esta entrega se hiciera igualmente necesaria para ahondar más en el por qué de todo, es imposible que investigando un poco, los personajes den con la raíz del problema, que sin dar más detalles, se remonta a muchos años atrás.

Aún así, con todos sus fallos no está tan lejos de la primera y "Paranormal Activity 2" funciona como secuela, convence como continuación y si te gustó la primera, es difícil que este segundo capítulo te defraude. Tiene imágenes perturbadoras y curiosas como las grabaciones de la piscina y las escenas de la cocina, y aunque recicle recursos utilizados por la primera, no me ha disgustado.