Que quieren ustedes que les diga de esta extraordinaria obra maestra de la que hay que quitarse el sombrero. No hay palabras, ni elogios suficientes para describir esta poderosa película que ya forma parte de los clásicos del séptimo arte. Resulta difícil entender como puede una película comercial ser también crítica y con mesaje social. Spielberg lo consiguió con este estremecedor relato del holocausto y de un un rico empresario alemán que salvó la vida de más de mil judíos de la barbarie nazi. Todo en ella es magnífico, sus interpretaciones, su fotografía, su guión, y como no su maravillosa banda sonora que consigue ponerte la carne de gallina y calarte hasta lo más hondo del corazón. Es sin duda la mejor película de la década de los noventa y dudo que se vuelva hacer otra así. A estas alturas del nuevo milenio habrá mucha gente que ya ha visto la película. No obstante hay que mostrársela a los más jóvenes y no abandonarla porque desgraciadamente marca un hecho real y debería servir como ejemplo para que el horror y la degenereación humana que se vivió durante el holocausto no vuelva a repetirse. Una joya perdurable.