Salgo de la película con una sensación extraña. Em ciertos momentos me ha recordado a las películas de Paco Martínez Soria. Y no por las escenas más o menos divertidas, sino porque lo que enseña de la sociedad nipona se parecía mucho a la española de hace algunas décadas. En especial por el papel de las mujeres en la familia.
Lo mejor es cuando muestra aspectos cotidianos completamente distintos a los que tenemos aquí.
En cuanto a la pelicula en sí. Es bastante previsible.
En fin... pasable. Un cinco