Este curioso híbrido, nos muestra el fallido acampe de fin de semana de una pareja en plena separación, en una civilización en decadencia. El argumento es muy simple: la pareja sale a acampar a una zona remota, destrata a la naturaleza de tal o cual manera, y recibe un ataque vengativo por parte de ésta. Sin embargo, no se trata de una película de terror (aunque tome un poquitín de allí), ni de personas que deben resistir un ataque (y otro de allá). Más bien nos trae, de manera lineal pero sorprendente, la historia de una pareja cuyos integrantes no paran de pelear y decirse de todo, hasta la definitiva ruptura. Y ambos argumentos (pareja que se pelea hasta separarse, y el de la naturaleza agraviada que toma venganza), se entremezclan de manera sugerente y metafórica.

La radio habla de pruebas nucleares y avistamiento de ovnis, y el mar trae un animal podrido, pero que de alguna manera, no termina de morir. Algo apesta entre nosotros, pero no hay peor anósmico que el que no quiere oler...