La empecé a ver con ganas, sobretodo con las expectativas que me había hecho por las críticas.
Me arrellané en el sofá dispuesto a disfrutar de una -por lo menos- aceptable película de terror. Decepción. A la media hora ya había agarrado el móvil y empezado a responder mensajes del whatsapp.
Correcta como mandan los cánones, pero sin 'chicha'. Y con el efectismo paranormal de otros bodrios de casas encantadas como The Haunting de Jan de Bont.
¿Terror de lo cercano, de lo cotidiano? Ni que fuera La semilla del diablo...
¿Un relato con terror "de atmósfera"? A años-luz de The haunting de Robert Wise. Solo para los incondicionales de Vallecas.
Y de la monja misticoide mejor ni hablar..
Ahora entiendo lo de basada en el supuesto caso real de Vallecas. Quitale lo que tiene de tirón eso de "basada en hechos reales" -como el timo de Amityville-.y no hubiera tenido el gratuito marketing mediático que tuvo.
Cada vez estoy más convencido: cuando una película de terror abre con lo de hechos reales, es para echarse temblar. Y no de miedo.
Otra vez será.