No puede decirse que la carrera del director Shyamalan haya sido un camino de rosas, pero, sin duda, su pretenciosidad le castigó durante mucho tiempo hasta el punto de casi acabar con su carrera como realizador gracias a "joyas" como "Airbender" o "After Earth". Estas dos fueron las más vapuleadas por la crítica especializada pero no son las únicas que al director le salieron mal porque, ¿alguien cree que "El incidente" o "La joven del agua" eran decentes? A mí me parecieron absurdas y, en ocasiones, rozaban el ridículo. Lo que tampoco se puede pretender es que cada película que haga un director sea tan genial o tan original como la que le lanza al estrellato. Me refiero, sin duda, a "El sexto sentido" que le marcó para bien y para mal. El director de "Múltiple" ha tenido continuos altibajos en su carrera y la película que nos ocupa no es de las mejores aunque tampoco es espantosa. Por supuesto, un servidor disfrutó muchísimo más "La visita", una obra menor, inquietante y divertida y mucho más artesana. "Múltiple" peca de resultar larga y un poco aburrida y repetitiva en su planteamiento. El nudo del guion es muy largo y se pierde en la presentación de algunas identidades del personaje, que, lejos de aportar novedad o inquietar, terminan por aburrir. Se da demasiadas vueltas a lo mismo y da la impresión que la película habría sido mucho mejor con unos veinte minutos menos de metraje.
Es cierto que la interpretación de James McAvoy es muy destacable sin ser genial y que la dirección es asfixiante por momentos pero no acaba de encajar todo en su sitio. La película no da miedo, ni te mantiene en vilo o en suspense mucho rato pues la sorpresa se revela pronto y no es impactante en absoluto.
Pediría a Shyamalan que deje de insistir en intentar ofrecernos un final sorprendente porque ya no le va a funcionar y que se limite a contar una buena historia de manera sencilla y efectiva, que sea entretenida y no pretenciosa, más o menos como ocurrió con la mencionada "La visita".