Paco Plaza tiene una carrera con altibajos, pero al menos se ve a las claras que se ha curtido bien en la saga “REC”, y no se le da del todo mal narrar historias de terror en ambientes domésticos y normales.
De hecho, se nos cuenta aquí uno de los más inquietantes “expedientes X” españoles, con la importancia de que existe un informe policial oficial que da fe de que algo raro pasó ahí.
Sandra Escacena debuta con un papel muy difícil, pero no sale demasiado mal parada. También los niños que hacen de sus hermanos realizan una actuación muy natural.
Supongo que se ha exagerado un poco lo que pasó en realidad, sobre todo al final de la película. Aun así, después de haber visto muchísimo cine de terror, la historia de Verónica (que en la vida real se llamaba Estefanía) se me antoja un poco simple, predecible y poco espectacular, incluso sabiendo que eso pasó de verdad (lo cual da más miedo, pero al mismo tiempo da a entender que se tienen que atener más o menos a los acontecimientos). Será porque el listón tan alto que tiene James Wan me tiene muy mal acostumbrado y ya estoy curado de espantos, nunca mejor dicho.
La película está bien, pero no hará historia en el género. Es entretenida, se hace muy corta y está más o menos bien hecha. Pero a mí personalmente, prácticamente no me ha dado miedo. Casi da más terror la monja ciega fumadora hablando de torrijas, que los fenómenos paranormales de la casa. Creo sinceramente que Paco Plaza todavía tiene mucho que aprender a la hora de dar miedo de verdad y no romper la tensión y el clímax siniestro con tonterías como esa de la monja o la cancioncita (“Centella, centella”). A pesar de esos fallos, la película me ha gustado sin llegar a entusiasmarme.
Tiene ciertos toques de nostalgia, que tan de moda está ahora, en este caso ambientando el año 1991. Aunque la inspiración “retro” por parte de la serie “Stranger things” se les ha ido un poco de las manos con la banda sonora, claramente copiada de la serie, pero que aquí no pega ni con cola. También hay un homenaje a Chicho, pues la película que ven los niños en la tele, aunque apenas se muestra, es “¿Quién puede matar a un niño?”.