Por lo general, me gustan las películas de Jack Ryan, y esta no es una excepción, pero hay cosillas que me dejan un poco frío en esta nueva entrega en la que Ben Affleck coge el relevo de Harrison Ford.
La trama de espionaje que, como es habitual con Ryan, tiene más de política y reuniones de oficina que de acción o trabajo de campo, es entretenida sin llegar a ser para tirar cohetes (nunca mejor dicho). Aunque estos nazis (no es "spoiler" porque se desvela en la primera secuencia en la que aparece el malo, cuando enfocan la parte interior de su reloj) parecen excesivamente poderosos o afortunados con su macabro plan.
Además, me parece muy cogido con pinzas que se centre en la manida guerra fría, algo que supuestamente ya no forma parte de la geopolítica actual, sin que el film se desarrolle en los años 80. Este problema supongo que proviene de adaptar la novela de Tom Clancy, que es muy anterior.
La elección de Affleck no me importa. Aunque sea un actor que cuenta con muchísimos detractores, a mí nunca me ha molestado. Sí que es verdad que como intérprete, no me da ni frío ni calor, pues no suele ser demasiado expresivo en sus actuaciones.
También nos cambian al ya muy veterano James Earl Jones, por el no menos curtido Morgan Freeman. No está mal en su papel, aunque esta película tampoco le da demasiadas opciones para lucirse como actor.
La película no está mal, pero se echa en falta un poco más de acción o ritmo. Sin embargo, está mejor que "Peligro inminente", la cual era bastante pesada a pesar de que Ford es mucho mejor que Affleck como actor.
Y ahora, lo que no me ha gustado, en la sección de "spoiler".