Existen multitud de lagunas en este documental que básicamente es propagandístico.
La periodista española podría explicar el motivo por el cual debe cubrirse la cabeza y por qué todas las mujeres insurgentes van cubiertas. En cambio, en las breves apariciones de muestras de soporte al presidente sirio, vemos mujeres descubiertas.
La periodista debería explicar por qué los insurgentes gritan Alah Akbar y en cambio los partidarios del presidente no.
La periodista debería explicar que los insurgentes acaban en un país que en su historia acumula los genocidios Armenio, Kurdo, y la ocupación ilegal de media isla de Chipre, por citar unos cuantos.
La periodista debería hablar de los destrozos en ciudades cristianas como el monasterio de Santa Tecla y Malula, donde todavía se habla Arameo. Los insurgentes tenían un movil indudablemente religioso.
Quizás la alternativa no era una revolución democrática sinó un intento de convertir Siria en un estado islámico.