Las locas aventuras del Rabí Jacob , o como un cuerpo muerto permanece incólume sin necesidad de cámara frigorífica.
Al principio parece una buena estrategia el uso de una pequeñísima profundidad de campo. No es necesario mostrar todos los detalles de los cuerpos desnudos. Pero conforme avanza la película y se abusa de los fondos desenfocados, se descubre que más bien es una estrategia para ocultar la falta de medios. Una estrategia que al final acaba dando dolor de cabeza. Es lo que tiene sobreesforzar al cerebro inútilmente para enfocar unas imágenes borrosas.

Pese a la descripción de la película no es un drama sino una comedia. Una comedia con situaciones esperpénticas para hacernos pasar un buen rato.
La primera escena de las trincheras ya es un anticipo de la tónica general de la película. Una buena sátira de lo que fue o podría haber sido la época de entre guerras y la gestación de la segunda guerra mundial.
El protagonista absoluto es un magnífico Bowie que a mi parecer se encontraba en el apogeo de su carrera musical (la época Berlinesa).

Existen multitud de lagunas en este documental que básicamente es propagandístico.
La periodista española podría explicar el motivo por el cual debe cubrirse la cabeza y por qué todas las mujeres insurgentes van cubiertas. En cambio, en las breves apariciones de muestras de soporte al presidente sirio, vemos mujeres descubiertas.
La periodista debería explicar por qué los insurgentes gritan Alah Akbar y en cambio los partidarios del presidente no.
La periodista debería explicar que los insurgentes acaban en un país que en su historia acumula los genocidios Armenio, Kurdo, y la ocupación ilegal de media isla de Chipre, por citar unos cuantos.
La periodista debería hablar de los destrozos en ciudades cristianas como el monasterio de Santa Tecla y Malula, donde todavía se habla Arameo. Los insurgentes tenían un movil indudablemente religioso.
Quizás la alternativa no era una revolución democrática sinó un intento de convertir Siria en un estado islámico.

Creo que se trata de un panfleto propagandístico en toda regla. Que el régimen sirio no es una democracia comparable a las europeas , seguro. Pero también hay guerra sucia , falta de separación de poderes, abusos policiales, corrupción, etc, en países europeos.
Yo estuve en Siria antes de la guerra y la libertad religiosa que vi en Siria no la he visto en Turquia, por poner un ejemplo.
Por otra parte todos esos contrarios al régimen que salen en la película hablando de Alá cada dos por tres (muchas más veces de las que aparecen en los subtítulos), todas esas mujeres tapadísimas, etc, pues más bien parece que su objetivo no es democratizar el país, sino islamizarlo.
Y puestos a escoger, prefiero el régimen actual a una dictadura islámica o una situación como la que ha quedado en Iran, Egipto, irak, o porque no , Turquía, con sus atropellos a kurdos, armenios, chipriotas...
Si pincho la rueda del coche, antes de quitarla, me aseguro de que la de repuesto está en mejores condiciones. Si no, no la cambio.
Por otro lado, el documental practica lo que yo llamo terrorismo emocional, haciendo declarar a niños o manipulando ya desde la primera escena, con el niño Aylan sobre la playa.
En definitiva, un panfleto propagandístico sin más mensaje que derrocar el régimen actual.

Si bien pretenden presentar ciencia, en realidad es pseudociencia. La mayoría de las veces ininteligible, pero quizás de eso se trata.
La parte mas interesante es la música, de Chris Franke (ex-tangerine dream).
Quienes deseen contrastar los temas presentados harían bien en leer "las mentiras de la ciencia" de Federico di Trocchio, sobre el tema de la supuesta memoria del agua, y el libro "las pseudociencias !vaya timo! De Mario Bunge.