Hace algunos años leí el libro “El hombre que nunca existió – La operación de carne picada” de Ben Macintyre, publicado en 2010, un texto genial, aunque no original ya que en 1950 y 1953 habían aparecido libros contándola y en 1956 una película, de todo ellos solo leí el primer texto y el film no lo vi, por lo cual esperaba con ansias esta película.

Es un episodio bastante conocido para cualquiera que mínimamente haya leído textos sobre la Segunda Guerra, con lo cual es de esas historias en que muchos de los espectadores conocen los vericuetos, presentándose en consecuencia la dificultad de la sorpresa.

Para que se entienda y a modo de ejemplo la biografía del General Patton es bastante conocida, pero George Scott se come el personaje en el filme de 1970 y uno no puede dejar de verla.

El libro de Macintyre es atrapante, uno no puedo parar de dejar de leerlo, tiene la particularidad que cada final de capitulo es una invitación al siguiente, la película creo que está bien actuada y la caracterización de los personajes es correcta, pero tiene un ritmo que creo que la hace lenta, al menos en mi opinión y termina jugándole en contra.

Es una película correcta, pero no creo que integre los anales de películas que hay que ver sobre la Segunda Guerra Mundial.