Una película con tintes sobrenaturales que es creíble. Y española.

"Durante la tormenta" se mantiene en el borde del precipicio pero no llega a despeñarse, ejercicio hábil dónde los haya, y lo hace sin demasiadas florituras ni intentos de profundidad, lo que probablemente la hubiesen convertido en una película pretenciosa, porque uno es de letras y se pierde con sólo nombrar eso de las realidades paralelas, y aquí lo he comprendido todo, todito. Es honesta, porque abraza la ciencia ficción para hacer un buen thriller y no para ser la más lista de la clase. Aprende Christopher Nolan.

Hay muy bueno que decir de ella, quizás lo más plausible es que no se desinfla según suceden los hechos. Siempre resulta creíble y es fiel consigo misma. Y absolutamente entretenida, te coge por la solapa y no te suelta hasta el término, y da vueltas y da vueltas, es un puñetero laberinto en el que todo encaja a la perfección. Aunque si hay algo verdaderamente sobresaliente en "Durante la tormenta" es la banda sonora. Te parecerá que estás viendo una de Polanski.

El reparto no se queda atrás. Adriana Ugarte me ha sorprendido gratamente. La actriz sostiene el peso de la película con verdadero éxito, pero todos los actores son formidables, incluso el que menos aparece. Nora Navas y Clara Segura son, quizás, las mejores, pero Morte, Gutiérrez, Darín, Fernández... Ninguno está por debajo del notable.

Bien es cierto que "Durante la tormenta" posee algunos elementos mejorables, como la premura que sufre en algunos momentos, muy típico del cine español que va a toda mecha y no se detiene lo suficiente para crear atmósferas*(1). También hay algunas cosas inverosímiles, como que Chino Darín se tire semanas (o años) en la estación, y a veces peca de predecible*(2), pero lo reseñable es que nada de eso le resta lo suficiente al conjunto como para dañarlo. Oriol Paulo vuelve a demostrar que sabe crear tensión con historias rebuscadas a la par que sólidas y ansío disfrutar de su siguiente trabajo.