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Voto de Gerardo HC Corssen:
7
Thriller. Drama Sandra, una escritora alemana, vive con su marido Samuel y su hijo ciego, Daniel, en un chalé en medio de los Alpes franceses. Cuando Samuel fallece en misteriosas circunstancias, la investigación no puede determinar si se trata de un suicidio o de un homicidio. Sandra es arrestada y juzgada por asesinato, y el proceso pone su tumultuosa relación y su ambigua personalidad en el punto de mira. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2024
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Anatomía de una caída tiene dos enfoques narrativos que trabaja a través del género judicial: el primero (y más importante) un rico debate sobre la construcción de la verdad y la subjetividad que sostiene nuestros vínculos personales; la segunda, el drama sobre la posible culpabilidad de la protagonista respecto de la muerte de su esposo. Ambos enfoques están construidos para provocar cuestionamientos y ambigüedad sobre lo que se está discutiendo en el juzgado, y mientras que el primero es impecable y va en constante crecimiento, el segundo se diluye conforme el primero avanza.

La ambigüedad total efectivamente se alcanza a partir de una exposición de los hechos que genera la percepción de que la mayoría de las cosas que se están discutiendo en el juicio en torno a las causas de la muerte no ocurrieron, o lo hicieron pero de una forma distinta a la que a las partes del juicio les interesa que sean interpretadas, lo cual funciona para el debate pero no para fines dramáticos.

Lo anterior se logra porque para lograr dicho nivel de ambigüedad, el guion fue nutrido de ideas complejas que estudian la verdad y las relaciones humanas desde los múltiples ángulos y contradicciones que cada tema tiene. Sin embargo, paralelamente el guión fue esterilizado a nivel dramático ya que desde un primer momento el elemento principal y que da origen al ejercicio reflexivo -el juicio- está diluido, mermando su potencia narrativa.

Para justificar la apertura de un juicio de carácter penal (o criminal) tiene que haber una duda razonable sobre la probabilidad de que efectivamente haya ocurrido un crimen (no al cien por ciento, ya que eso es lo que se resuelve en el veredicto) y en el caso de la película, los hechos son insuficientes para hacerte pensar que así haya sido. La insuficiencia de los hechos es intencional para inducir desde un primer momento al espectador hacia la incertidumbre y ambigüedad necesarios para el posterior debate.

Es debido al cuidado de la ambigüedad que los grandes momentos de la película te dejan impresionado por su alta calidad en la exposición de ideas, pero para la determinación de la criminalidad (y por lo tanto dramáticamente) no sirven o son meros accesorios. Por ejemplo, la pelea entre esposos y la manera en que es actuada, dirigida e incorporada en el montaje es de niveles excelentísimos, pero a nivel judicial es solamente una pelea intensa entre cónyuges que en ningún momento, por más intensidad que alcance, es vinculable a un asesinato sin la existencia de otras pruebas (que no las hay). El guión es cuidadoso (y tramposo) y siendo consciente de esa flaqueza, la esconde a través del énfasis que realiza la fiscalía en la importancia de dicha discusión como valor probatorio.

Lo mismo ocurre con los demás elementos probatorios (testigos, recreaciones, indicios), mismos que funcionan para diseccionar al matrimonio, pero no el crimen. Así, poco a poco nos va quedando claro que en ningún momento el posible asesinato ocupa para la historia un papel más importante que el debate, pero al estar ambos intrínsecamente vinculados no se debería sacrificar uno en detrimento del otro, lo cual termina ocurriendo en la película al favorecer el debate.

Así, el diseño del guión, provoca que no haya indicios reales de nada porque lo que importa es el debate, que funciona mejor a partir de lo incierto de los hechos, lo cual rompe parcialmente la justificación narrativa del juicio. Por lo anterior, cuando acaba la película y se le analiza retroactivamente, queda la impresión de que se atestiguó un debate intenso y rico pero que en cuanto al contenido dramático se siente insufciente por las trampas propias del guión para siempre mantenerse ambiguo.

De este modo, la película valida su existencia como ensayo, pero no como drama, lo cual no le resta valor al rico planteamiento y exposición que la película hace de sus temas, los cuales realiza con excelencia cinematográfica gracias a sus diálogos, interpretaciones, montaje y dirección de Triet.
Gerardo HC Corssen
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