Film durísimo y áspero a más no poder, difícil de ver si el espectador se toma todo al pie de la letra y no sabe poner una prudente distancia con lo que se ve y oye.
Una película muy entretenida, que va a más según pasan los minutos, pero que resulta incómoda, tanto por los singulales acontecimientos que vamos viendo, como, sobre todo, por el personaje protagonista, abyecto a más no poder, un auténtico hijo de puta que ni pretende por un momento resultar agradable y simpático, resultando una absoluta falta de empatía hacia él, lo que hace más difícil nuestra aceptación.
Muy bien interpretada, por un trío protagonista en estado de gracia, sobresaliento de forma animal, brutal, un Jake Gyllenhaal, que cada vez, cada pelícjula que interpreta, es mejor actor. Aquí goza la perfección, con unos soliloquios avasalladores, llenos de mala leche, odio y falta de humanidad.
Una película que se rechaza en el fondo pero que gusta mucho