Scooby-Doo fue uno de mis series de dibujos animados favoritas durante mi infancia y adolescencia, junto a otros entrañables dibujos creados por la imaginación de la productora Hanna-Barbera, que también se encuentra detrás de la producción de esta película. Tenía muchísima curiosidad por ver qué habían conseguido hacer al llevar dicha serie a la gran pantalla con actores de carne y hueso y, la verdad, no se puede pedir milagros a este tipo de producciones.
Decidieron mantener al entrañable personaje de Scooby digitalmente y al resto del querido equipo de investigadores paranormales se les puso rostro y cuerpo de actores como Mathew Lillard haciendo del cobardica e inocentón Shaggy, Sarah Michelle Gellar haciendo de la superficial Dafne, a su marido, Freddie Prinze Jr. haciendo del creído Fred y a Linda Cardellini haciendo de la sabionda Velma.
Aquí se ha conseguido una muy buena caracterización de los personajes pero el resultado final no es más que una simple película no apta para adultos, quizás recomendable para ver con tu sobrino adolescente en plena edad del pavo .
No soporto a Mathew Lillard y a Freddie Prinze Jr, creo que son dos de los peores actores que puede haber ahora mismo en Hollywood pero aquí, justamente, creo que están perfectos como Shaggy y Fred. A Prinze Jr. tuvo que convencerle Sarah Michelle Gellar de que participara en la película, ya que el, actor no estaba muy seguro de que fuera una buena idea, no confiaba mucho en le resultado de la misma.
La verdad es que la que mejor ha salido del paso ha sido la discreta Linda Cardellini como Velma, aunque la Gellar tampoco lo hace mal. También aparecen por allí de manera incomprensible el cómico británico Rowan Atkinson y la actriz Isla Fisher en el papel de Mary Jane, el interés romántico de Shaggy.
Un saludo y feliz año 2020.
Tess