Primera película de Quentin Tarantino que ya dejaba muy claro el talento de este original director novel con un amor infinito por el cine, inteligente y con una personalidad arrolladora. No soy fanática de él ni de su cine, no me parece que esta primera película sea la gran obra de arte que la mayoría creen reconocer, pero sí que es un impresionante e interesante comienzo en la carrera de este director destacado.
Tarantino tenía muchas ideas, muchas ilusiones pero poco dinero, lo cual se puede ver en la producción de esta película. Con un presupuesto muy reducido y algo más reconfortado por el apoyo en la producción de Harvey Keitel, quien no sólo aceptó trabajar bajo las órdenes de Tarantino como el Sr. Blanco sino que también ayudaría económicamente al proyecto pasando a ser uno de los productores de la misma, la película se desarrolla de forma directa con un desarrollo de los personajes muy bien llevado. Cada uno tiene su propia personalidad, cada uno tiene sus característica muy bien definidas y los actores se meten de lleno en la piel de cada uno de ellos.
Cuentan que el dinero con el que contaba el director era tan reducido que los actores se llevaban sus propias ropas y coches al rodaje para no gastar en vestuario ni accesorios extras.
En el momento de su estreno en USA la película fue un relativo fracaso, siendo en el extranjero, concretamente en el Reino Unido, donde más llamó la atención, convirtiéndose en todo un fenómeno allí y siendo el estilo de Tarantino imitado por muchos directores británicos, pata mí uno de ellos, sin duda, el ex de Madonna, Guy Rtichie.
Precisamente la historia empieza con una conversación entre todos los personajes en los que discuten el significado de la canción "Like a virgin" de Madonna. El personaje de Tarantino afirma que la canción va de una chica que se acuesta con un tío que tiene unos genitales bien grandes y de ahí se deriva una discusión que da una muy buen idea de la mentalidad y la relación de todos los protagonistas. Madonna reconocería que le había gustado mucho la película pero que no estaba muy contenta con la explicación que el director daba sobre su conocida canción y decidió enviarle un ejemplar de su disco "Erótica" firmado con la frase "Trata sobre el amor, no sobre la polla".
Los actores están todos excepcionales, empezando por un Harvey Keitel que me encanta, un atractivo Michael Madsen, un nervioso Steve Buscemi, un misterioso Tim Roth y un correcto ex cuñado de Madonna, el tristemente fallecido Chris Penn.
Interesante.
Un saludo,
Tess