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España España · Pasajero 58
Voto de floïd blue:
10
Western Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865) y después de haber sobrevivido a una matanza de los indios, el ganadero Tom Dunson (John Wayne) y su hijo adoptivo Matthew Garth (Montgomery Clift) proyectan trasladar diez mil cabezas de ganado desde Texas hasta Missouri. Nadie hasta entonces había intentado una operación de tal envergadura. (FILMAFFINITY)
28 de mayo de 2020
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nueve mil reses camino de Misouri es un largo camino, y si te dispones a ver Río Rojo es que te apuntas a un camino largo para una película larga, ya sea a caballo o en carreta. Te encontrarás coyotes en la noche, estampidas brutales y a los imprevisibles comanches. Por cierto, verás una buena toma desde dentro de como conduce una carreta Walter Brennan.

Río Rojo es un épico film que se consume con reconocimiento, no le falta de nada. Emblemático y emocionante. John Wayne en su salsa, es su papel maestro, el Duke y no va más. Ese es mi ganado y el tuyo está con el mío luego es mío, en todo caso ya llegaremos a un acuerdo. Si todos los personajes hubieran sido desde siempre fieles demócratas, respetuosos ciudadanos y vegetarianos comeyogures, el cine de categoría estaría aún por inventar. Y si no es el mejor trabajo de Montgomery Clift, seguro que es uno de los más agradecidos de su carrera.

Todas las aventuras y conversaciones son marca de Howard Hawks, encargado de sentenciar, de crear amistad, amor y recelo. Es mucha su trayectoria enseñándonos como se presentan dos personajes, en este caso dos pistoleros, con algo de pique y admiración, ese tanteo a ver quién es el más certero con el revólver, admitiendo cada uno el valor del arma del contrario (Montgomery Clift y John Ireland), y el que vea algo más ahí es que es él quien tiene un poco de Village People. Y maravilloso contacto de ensueño de Matthew (Montogomery Clift) con Joanne Dru, un encuentro increíble y entrañable en el que ella ya te dice que es mucho de darle al pico y él de callar y que mientras se actúa hay que estar a lo que se está. Río Rojo tiene todos los momentos emocionantes que en un Western puede caber, con un final que hay que saber llegar a él. Río Rojo es para quien lo sepa disfrutar. Para los comeyogures que van en bicicleta para sudar porque en el curre van con traje y corbata a presumir, no. Es para los van a caballo y luego se toman un whisky. Y lo mío es mío y lo tuyo… ya veremos.
floïd blue
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