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Voto de Antonio Morales:
8
Intriga En El Paso, punto fronterizo entre México y los Estados Unidos, es frecuente el tráfico de drogas y el paso clandestino de inmigrantes ilegales, lo que lo convierte en un lugar especialmente peligroso para la policía. Charlie Smith es un guardia de frontera que vive en permanente conflicto con su conciencia. (FILMAFFINITY)
8 de febrero de 2013
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El "Free Cinema" fue un movimiento cinematográfico británico que nació en los años 50 y se prolongó hasta la década de los 60, y que narraba con una estética realista el cine de ficción y documental, ocupándose de retratar historias creadas a partir de lo cotidiano y comprometido con la realidad social de aquel entonces.

Tony Richardson fue uno de los más genuinos representantes de este estilo, en este film lo vuelve a intentar 20 años después, pero bajo el prisma de Hollywood y con mucha más experiencia con su filmografía, pues ya había realizado grandes películas, reconocidas por la crítica y el público: (La soledad del corredor de fondo, 1962; Tom Jones, 1963, gran triunfadora en los Oscars, entre otras).

La película nos ofrece una sincera y descarnada crónica de lo que ocurre en la frontera entre Mexico y U. S. A., las dificultades que sufre un agente de fronteras honrado (Jack Nicholson) que acaba de incorporarse al destacamento y trata de adaptarse ayudado por un compañero (Harvey Keitel) a la detención de los sin papeles o “espaldas mojadas”, que cruzan la frontera. Pronto se verá acosado por la corrupción policial que negocia con los traficantes de seres inocentes que sólo buscan un futuro mejor, su mujer, caprichosa y banal, no le ayudará con sus problemas de conciencia, incluso lo empujará al abismo de una vida libertina y sin valores.

Lo mejor en mi opinión, es la soberbia interpretación de Jack Nicholson, antes de cayera en la sobreactuación de películas posteriores que llegaron a convertirle en una caricatura de si mismo. Harvey Keitel está muy sobrio como siempre, dirigidos con mano maestra por el director y por la magnífica fotografía de Wilmos Zsigmond, sin olvidar la música de Ry Cooder.
Richarson vuelve mostrar una realidad social que sigue vigente a pesar de los años, la dramática situación de la pobreza del sur con la opulencia del norte, el “Sueño americano” de llegar a la “Tierra prometida” personas explotadas por las mafias que logran sobornar a la policía, lucrándose con el sudor de los desheredados.
Antonio Morales
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