Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Antonio Morales:
8
Western Josey Wales (Clint Eastwood), es un ex-soldado confederado que se dedica ahora a atender su granja al lado de su esposa y su pequeño hijo... hasta que un día, llegan miembros de la guerrilla Los botas rojas (al servicio de los ejércitos de la Unión) y matan a su familia. Desde entonces, Wales decidirá cobrar venganza y se convertirá en perseguido fugitivo al ser el último hombre que se ha negado a firmar un acuerdo de paz con los ... [+]
1 de mayo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Clint Eastwood dirige este excelente western influenciado por sus maestros Don Siegel y Sergio Leone (¡ese escupitajo al alacrán!), sustituye el Magnun 44 de Harry Calahan por dos enormes Colt, demostrando que podía recoger la tradición del género, como la de los tiempos en que se realizó: 1976, y es que cada película pertenece a su tiempo.

Aunque la película comienza mostrándonos imágenes de la guerra civil norteamericana, acompañada de música tradicional, es más ligera que dramática, marcando así el tono de un filme que desprecia la épica del conflicto civil y apuesta por el individualismo, aquel que muestran unos bandoleros disparando directamente a la cámara sobre sus caballos. Son estos personajes los que le interesan a Eastwood, concentrados en la taciturna personalidad de Josey Wales, un pacífico campesino de Missouri convertido en sanguinario asesino cuando una banda de maleantes incendian su casa y matan a su mujer e hijo.

Se une a un grupo de guerrilleros que luchan contra las fuerzas nordistas y después, traicionado y derrotado, emprende un camino en soledad. En su furtiva odisea por las tierras de un país naciente, huyendo de la ley y convirtiéndose en leyenda popular y suculenta presa de caza recompensas. Es un western itinerante y monumental que sintetiza en su metraje las grandes constantes y los más atractivos escenarios que ha mostrado el género, como si los ojos de Josey Wales fueran el filtro que resumieran las riquezas, grandezas y miserias de una tierra de pioneros, vendedores ambulantes, buscadores de oro, comancheros, indios expoliados, vencedores y vencidos.

La ambigüedad de Josey Wales, que en cierto momento abandona la venganza, surgiendo ese brote de pacifismo hacia el que bascula la historia (hasta entonces un delirio de incontrolable violencia) si situamos la película en la era post – Vietnam en la que fue escrita y realizada. El director sintió algo que tenía que decir sobre la intolerancia y respeto a otras culturas. En realidad bastaría un análisis de sus westerns para observar el proceso de destilación por el que ha pasado el cine de Eastwood a lo largo de los años. Un cine cada vez más depurado, más sencillo y elegante, más poético y también más oscuro y trágico.
Antonio Morales
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow