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Voto de Antonio Morales:
8
Drama Película sobre la ex primera dama estadounidense Jacqueline Kennedy (Portman), centrada en los días inmediatamente posteriores al asesinato de su marido John F. Kennedy en Dallas, el 22 de noviembre del año 1963. (FILMAFFINITY)
6 de marzo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta jungla de películas inanes prostituidas por el ordenador, agobiados por productos manufacturados para adolescentes, de superhéroes y “serial killers”, de sangre y vísceras, de violencia gratuita y terror gore, todo ello degustado con Coca Cola, palomitas y el “smartphone” sin desconectar, surge de vez en cuando alguna película que te invita reflexionar sobre la vida y las personas, que te invita a acudir a una sala de cine para vivir sentimientos y emociones, a menudo ignorado por la industria del cine, preocupada más por el dinero que por el arte. Entre unas cuantas películas sobre el racismo de esta temporada, tantas veces abordado con anterioridad, destaca esta Jackie por su delicado retrato femenino, en mi opinión, filmada por el interesante Pablo Larraín, otro cineasta latinoamericano que inicia con buen pie su etapa norteamericana. Se trata de un lúcido y desgarrador drama intimista para adultos sobre las experiencias vividas por Jaqueline Kennedy, una mujer que instauro el glamur y la modernidad en la administración demócrata durante el gobierno de JFK.

El 13 de Noviembre de 1961 tenía lugar el mítico concierto de Pau Casals en la Casa Blanca, que Jackie había restaurado gastando dos millones de dólares de la época, un gran acontecimiento cultural entre las muchas recepciones de amigos que incluían bailes de sociedad. Un tiempo feliz para Jackie que vivía un sueño entre “El cant del ocells” de Casals y las canciones de Camelot (la corte del rey Arturo) del musical de Alan Jay Lerner y Frederick Loewe, estrenado en 1960 y que escuchaba muchas noches en el dormitorio junto a su marido (seguramente una licencia que se toma el film). Era el paradigma de un cuento de hadas en un reino idílico del que despertó aquel fatídico viernes 22 de Noviembre de 1963 en su visita a Dallas. Su sueño se desvaneció aterradoramente en unos segundos mientras JFK agonizaba en su regazo, uno de los disparos atravesó su cuello, otro destrozó su cabeza manchando de sangre el inmaculado vestido rosa pastel que lucia la primera dama, así como sus manos y rostro compungido. Maravillosa la escena en que se está cambiando su traje de chaqueta ensangrentado entre lágrimas desesperadas por el negro del luto riguroso.

Sabemos algunas cosas sobre ella pero desconocemos muchas más. Su rebeldía a dejar de ser centro de atracción pasando al olvido, los preparativos del funeral. La película nos muestra en el físico de una actriz prodigiosa, Natalie Portman, que Jackie era una mujer con un enorme manto de misterio, llena de sensibilidad, elegancia, belleza y sofisticación. El cineasta extrae un retrato psicológico del personaje con sus virtudes y defectos recurriendo a constantes primeros planos de Jackie que enfatizan ese misterio, yo la he visto doblada pero parece que la actriz imita muy bien la forma de hablar de la verdadera, su gestualidad, su forma compulsiva de fumar, según afirma el director Larraín. No es un “biopic” convencional, son sólo unos cuantos días decisivos en la vida de una mujer que debe enfrentarse a unos hechos incuestionables y crueles, difíciles de asumir para un católico como muy bien pregunta al sacerdote (John Hurt), acerca de Dios y la dura prueba a la que se le somete.

El film se inicia una semana después del asesinato con la visita de un periodista de la revista "Life" a la mansión de los Kennedy, Jackie mediante varios “flash backs” rememora los últimos días, tras el magnicidio de Dallas, dándonos su personal visión de lo ocurrido y cómo debe pasar a la historia su marido y ella misma. Que más que un epílogo sobre JFK y ella misma, se convertirá en un prólogo sobre cómo su paso por la Casa Blanca debe quedar inmortalizado. Una familia, los Kennedy, perseguidos por la maldición, la desgracia, el crimen y la tragedia que se alió contra esta estirpe de políticos católicos malogrados, afincados en el estado de Massachusetts, recomiendo repasar su historia en Wikipedia o Youtube. Pero lo que más admiro de “Jackie” es que es una película ambiciosa, que hace partícipe al espectador para que aporte las respuestas sobre las muchas preguntas que plantea.
Antonio Morales
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