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Voto de Antonio Morales:
7
Fraude
1973 Francia
Documental, Intervenciones de: Orson Welles, Oja Kodar, Joseph Cotten ...
7.6
5,487
Documental Documental sobre el fraude y las falsificaciones que se centra en la figura del falsificador Elmyr de Hory y su biógrafo, Clifford Irving, autor también de la fraudulenta biografía de Howard Hughes. Asimismo relata la reclusión de Hughes y la carrera de Welles, que comenzó con la emisión radiofónica de una falsa invasión marciana: "The War of the Worlds". (FILMAFFINITY)
28 de diciembre de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Orson Welles fue el genio que reinventó el cine a los diez años de inaugurado el sonoro, el hombre que reconcilió definitivamente al sonido y la imagen, al fetichismo técnico y al arte, al cine de actor y al cine de director, al barroquismo y a la serena madurez, al vanguardismo y a la narratividad. Con una sola película, Ciudadano Kane, Welles hizo envejecer de golpe la estética cinematográfica hasta entonces vigente. Sus películas posteriores demostrarían que no se trató de un ramalazo de inspiración ocasional. Con una filmografía demasiado escasa, en la que muchos proyectos quedaron dolorosamente en la cuneta. Welles se convirtió en un faro permanente para los cineastas de todo el mundo, por su indeclinable capacidad de inventiva, que a los sesenta años nos demostraba con “Fraude” (Fake), que seguía siendo el más creativo de los cineastas jóvenes del mundo.

“Fake” es un viaje a través del ciclópeo ojo de la cámara de Orson Welles, invitándonos a reflexiones mágicas y engañosas alrededor de lo verdadero y lo falso. El pretexto es el arte, Welles nos habla de creación, como ya lo habían hecho antes sus personajes, desde Charles Foster Kane. Pero en este caso, el objeto de la creación coincide plenamente con sus propios objetivos profesionales: la fabricación de un mundo de ilusiones a partir de un lienzo, un libro o unos metros de celuloide, donde no es tan importante la firma como la propia capacidad de transmitir sensaciones al posible receptor. Sin embargo, una vez más, Welles hace trampa y, de una forma mucho más espectacular que en anteriores ocasiones, vampiriza materiales ajenos, los amolda a sus propias exigencias y, finalmente, convierte un brillante discurso en tercera persona en uno de sus films más visceralmente personales.

Este film semi-documental, se inicia con unos números de magia del propio Welles escamoteando una moneda que desaparece y reaparece como una llave, mientras nos promete que todo lo que vamos a ver durante los siguientes sesenta minutos es rigurosamente cierto. El film aborda la figura de Elmyr de D´Hory, el falsificador de arte de origen húngaro, residente en Ibiza, que había protagonizado algunos escándalos y estaba muy de actualidad, así como el escritor Clifford Irving (famoso por publicar una falsa biografía sobre Howard Hughes), le dedicó un estudio biográfico en el que descubría no sólo la apasionante personalidad del falsificador sino todo un mundo de apariencias y estafas donde se vuelven imprecisos los límites entre el original y la imitación.

El tercio final del film está dedicado al propio Welles, convertido en epicentro dramático de sus propias obras. Como he apuntado anteriormente, el arte sólo es un pretexto, de hecho los manipuladores D´Hory e Irving, son un punto de referencia para que Welles proclame orgulloso que “La guerra de los mundos” en su famosa versión radiofónica fue un engaño que causó pánico en su país, una ficción que en Argentina llevó a la cárcel a un individuo que simuló algo igual y en cambio a él lo mandaron a Hollywood… Finalmente hay una ocurrente historia con Picasso, el artista más grande del siglo XX y la musa de Welles, la actriz Oja Kodar.
Antonio Morales
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