Haz click aquí para copiar la URL
Venezuela Venezuela · Maracaibo
Voto de bucefalo:
8
7.9
130,341
Animación. Ciencia ficción. Romance. Infantil En el año 2800, en un planeta Tierra devastado y sin vida, tras cientos de solitarios años haciendo aquello para lo que fue construido -limpiar el planeta de basura- el pequeño robot WALL•E (acrónimo de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) descubre una nueva misión en su vida (además de recolectar cosas inservibles) cuando se encuentra con una moderna y lustrosa robot exploradora llamada EVE. Ambos viajarán a lo largo de la galaxia ... [+]
2 de octubre de 2008
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores y más inesperadas historias de amor que el cine ha producido. Wall-E es un robot con sentimientos y emociones en un tiempo apocalíptico donde todo se reduce a inmensas torres de basura y deshechos. La tierra se encuentra deshabitada ante un desastre ecológico de naturaleza dantesca. Los pocos sobrevivientes humanos vagan por centenares de años dentro de un crucero interestelar sin saber que son rehenes de las maquinas robóticas que aparentan atenderles y servirles. El añorado regreso depende de las posibilidades de regenerar la vida vegetal.

Wall-E es un tipo de robot muy especial, aquel que ha logrado traspasar la barrera que lo diferenciaba de su creador, el hombre. Ya que es capaz de tener emociones y sentimientos; de recordar y anhelar, aunque lo más importante: es que se comporta libre del egoísmo y la maldad de quienes lo destruyeron todo.

La soledad de Wall-E, dentro del laberinto apocalíptico en que le toca existir y padecer, es conmovedor y heroico, aunque ésta no sea la soledad de un desesperado sino la de "alguien" que aprende a sobrevivir la rutina con esperanzas. La inmensidad de la soledad queda remarcada por unos escenarios desérticos sobrenaturales que impresionan y le otorga a la película una dimensión épica fuera de lo común. La música acompaña las desventuras de éste caballero solitario urgido de la ensoñación del amor, la amistad, y sobretodo, de una compañía correspondida.

Esta prefiguración desoladora del futuro humano tiene bases sólidas. Para nadie es un secreto que la sobrepoblación y el consumo exponencial e irresponsable está agotando el ecosistema mundial. En el cine abundan éstas “distopías” como la que ofrece la aterradora Soylent Green (Cuando el destino nos alcance) del año 1974 y bajo la dirección del director Richard Fleischer. Recientemente Al Gore nos sacudió con su advertencia sobre las nefastas consecuencias del calentamiento global en el documental An Inconvenient Truth (Una verdad incomoda) ganando un Oscar en el 2006. 2001: Una odisea del espacio (1968) de Stanley Kubrick, Blade Runner (1982) de Ridley Scott y A.I. Inteligencia Artificial (2001) de Steven Spielberg tienen relación directa con ésta Wall-E de Andrew Stanton. El cine de ciencia ficción alcanzó su nivel más elevado con cada una de éstas distintas propuestas, hoy consideradas, auténticos clásicos dentro del género.

Con muy buen criterio Wall-E apenas tiene diálogos; todo queda soportado por las imágenes y las acciones. En el lenguaje del amor, la cortesía y los gestos; la abnegación y los sacrificios, están muy por encima de los ruidos.

No nos engañemos con la gente de Pixar, quienes hicieron ésta película; ya que su cine de animación, en teoría para los niños, está renovando todo un género y bajo una apuesta filosófica que le acerca a las grandes preocupaciones de un mundo adulto miserable al que se desea denunciar y corregir.
bucefalo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow