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Argentina Argentina · Buenos Aires
Voto de Frano:
7
Aventuras. Acción El arqueólogo Indiana Jones deberá emprender otra aventura contra el tiempo para intentar recuperar un dial legendario que puede cambiar el curso de la historia. Acompañado por su ahijada, Jones pronto se encuentra enfrentándose a Jürgen Voller, un ex nazi que trabaja para la NASA. (FILMAFFINITY)
26 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Realmente estaba esperando que el logo de Paramount se desvaneciera, enseñando una montaña o algo similar mientras los títulos iniciales aparecían en la pantalla para mostrarnos quien la dirige, como se llama el largometraje, quienes actúan, quien la musicaliza, quien diseño los vestuarios, quien realizo maravillosos efectos especiales y quienes la produjeron, cerrando con quien la dirigió otra vez. Bueno, nada de eso aparece, solo el título, un mal arranque para mi gusto, un cambio que uno puede pasar por alto, pero yo no.

Indiana Jones y el Dial del Destino trae el (¿cierre?) final de las aventuras de nuestro querido personaje creado allá por los ochenta, cuando dos mentes maestras se juntaron y como resultado dieron una franquicia, que tener altas y bajas, se convirtió un clásico del cine. Claro está, George Lucas junto a su amigo Steven Spielberg, que en esos días buscaban hacer un cambio en la industria cinematográfica trayendo un personaje de tamaño tan grande como James Bond. Harrison Ford le dio personalidad, estilo y vida, con escenas memorables y la banda sonora de John Williams que todo el mundo sabe.

Desde Los Cazadores del Arca Perdida (1981) hasta El Reino de la Calavera de Cristal (2008), Spielberg supo manosear el trabajo con mucha determinación, brindando momentos de suspenso, aventuras, acción, misterio, romance y comedia. Si las comparamos una con la otra son parecidas pero a la vez no, tiene muchos leitmotiv como Indy en una situación inicial que se libra de los aprietos, un objeto religioso aparece, una mujer se cruza en su vida, nazis o soviéticos quieren apoderarse del objeto y quieren asesinarlo, hay dos persecuciones en autos, motocicletas y caballos, pelea con el grandote, recupera el objeto, el villano vuelve a robárselo y al final el objeto libera su poder, dando a entender que hay cosas que los humanos simplemente nunca van a comprender de ello, final feliz. En esta entrega esta, casi igual todo, pero no como uno quiera. Eso puede ser favorable, como no.

La cinta inicia por los años cuarenta en plena Segunda Guerra Mundial cuando nazis (si, otra vez sopa) están en un castillo asaltando reliquias y objetos de la antigüedad que deberían pertenecer en un museo. Un Henry Jones Junior rejuvenecido con kilos de CGI en el rostro y con voz de viejo, es capturado por los nazis y dan órdenes de matarlo, pero en medio un bombardeo, logra zafarse gracias a la maravilla de los efectos de CGI y va detrás de los alemanes que no solo se llevan un objeto importante si no que también raptan a su amigo (salido de la galera) Basil Shaw (Toby Jones). Mientras Indy sigue haciendo piruetas de CGI en pos de rescatarlo, un astrofísico nazi, Jurgen Voller (Mads Milkkensen) le comenta al general que posee una parte del dial que Arquímedes creo, cuyo artefacto sirve para poder viajar a través de las fisuras del tiempo. Pero Indy llega, recuperando su sombrero, látigo, rescatando a su amigo y llevándose parte del dial, ganando el día. Ahora nos vamos a 1969, el día que el Apollo 11 llego a la Luna, y bajo el fuerte sonido de Magical Mystery Tour de The Beatles despierta a un Dr. Jones ya anciano, quejoso, solo y a punto de jubilarse. Mientras sigue su vida, sin su amada Marion (Karen Allen) y sin su rebelde hijo Mutt (Shia LaBeouf), aparece Helena Shaw (Pheobe Waller-Brigde), hija de Basil, queriendo saber acerca el dial de Arquímedes que volvió casi loco a su padre. Usando sus encantos de ahijada, convence a Indy que le muestre parte del dial, pues necesita otra parte para que pueda funcionar, logra arrebatárselo, pero Voller reaparece y manda a sus secuaces a recuperar el dial a como dé lugar, matando a quien sea necesario. Indiana Jones vuelve al ruedo, para rescatar a su ahijada y que el dial caiga en las manos equivocadas.

En si no es una mala película pero si es un historia que es sacada de la nada, como que no puedo meterla en la cronología de la franquicia. Se nota mucho la falta de manoseo de Spielberg, pues lo que antes solía ser una sátira, ahora se convirtió en un producto, constante y denso. Las escenas de acción son largas y aburridas, no llenan de emoción, además de tener tanto CGI que me dan mucho asco. Por un lado, Ford es inoxidable, Waller Bridge da una buena actuación y Milkkensen interpreta al peor y más intenso villano de toda la franquicia, en cuanto Antonio Banderas, bueno, aparece y ya. Se aleja demasiado de la que son sus predecesoras, tocando casi como si fuese una entrega nueva de rápido y furioso, pero hay cosas que la hacen sentir un cinta de Indiana Jones. Tiene todo, pero a la vez no, pero es una cinta que se puede disfrutar un buen rato, aunque debo admitir que me hizo sonreír el regreso de Sallah (John Rhys Davies) y de la única Marion (Allen). James Mangold es un buen director, pero la mayor parte de su filmografía fueron cintas de acción o que tuvieran mucho volumen, lo que pasa es que Indiana Jones no tiene como principal núcleo ser una película de acción.

Harrison Ford da su adiós, dejando la vara alta de que alguien pueda ponerse el sombrero y sujetar el látigo, pues porque creo que son de exclusividad suya. También creo que Spielberg la ha dejado más alta aun, pues sus trabajos son difíciles de llegar, puede que hayan mejores, pero jamás igualados.
Frano
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