El bueno David (Liam Hemsworth), el malo Abraham (Woody Harrelson), y el inepto, el hijo de Abraham, Isaac (Emory Cohen).
Consigue que espectador empatice con David, con su desconfianza, cuando es recibido en el pueblo que van a visitar, con una cortesía forzada y falsa. Ya se aprecia que nada bueno le va a pasar, y consigue aumentar la tensión por la corrección que muestra ante el anfitrión, y patrón del pueblo, Abraham. Se genera una tensión que va aumentando cuando la mujer de David, cambia su posicionamiento con respecto a Abraham, y acaba con la esperada reacción de David.
Tiene como un tanto original, o por lo menos poco usado, que el pastor es el tirano del pueblo y que tiene ciertos poderes esotéricos. Igualmente el secreto que guarda, Abraham y que no se descubre hasta muy avanzada la película, tiene su dosis de novedad.

Su director Kieran Darcy-Smith ha seleccionado bien los exteriores, dotando a la cinta de colorido y autenticidad. Los interiores tanto los despachos, como el salón como las habitaciones evocan a los tiempos a los que nos quiere trasladar la película. Todo muy bien cuidado y medido, se intuye meticulosidad en los elementos que acompañan a las escenas.
Como anécdota señalar que el personaje de Naomi (Felicity Price), la prostituta en el salón del pueblo, es la mujer del director .

David un ranger de Texas, es enviado a una misión para investigar unos hechos que están ocurriendo en un pueblo fronterizo con Mexico. El principal sospechoso de unas desapariciones es alguien que acabó con la vida del padre de David, por lo que planea la sombra de la venganza en esta misión. Para este viaje le acompañará su esposa Marisol (Alice Braga).
Al llegar al pueblo son recibidos con una cortesía intrigante por el pastor y patrón del pueblo, Abraham. La belleza de Marisol no pasa desapercibida en el pueblo, ni mucho menos para Abraham
La ineptitud de Isaac hará que los acontecimientos se precipiten.