A pesar de contar con un reparto a prueba de bomba, "Los económicamente débiles" no es una de las grandes comedias españolas costumbristas, esas que tanto abundaron en la década de los cincuenta y comienzos de los sesenta. Dibildos y García Serrano hacen un guión bienintencionado al que el tiempo le ha pasado factura de una manera bastante clara.

Pedro Lazaga, un artesano con muy buena mano para narrar películas, tampoco tiene aquí uno de sus mejores trabajos en este relato de un club de fútbol de dimensiones modestas cuyos responsables intentan abrirse camino a través de la picaresca.

¿Qué nos queda, por ende, de esta cinta? Pues disfrutar de actores del talento y simpatía de Tony Leblanc, la belleza de Laura Valenzuela o la gran capacidad improvisadora de Antonio Ozores. Mención aparte al gran José Luis López Vázquez en un papel secundario, teniendo un brillante discurso como presidente-hombre de paja del conjunto.

Lástima que otros diálogos y gags no estén a la altura, incluyendo secuencias muy estiradas.