La ópera prima de Pasolini y, sin duda, una de sus mejores películas.
La historia de Accattone (Citti) un muchacho que vive a costa de la prostituta Magdalena en la parte más oscura de Roma. Magdalena será detenida y encarcelada, con lo que Accattone deberá cambiar de vida al asolarlo el hambre. Se sigue negando a trabajar, conociendo a una humilde muchacha a la que engatusa con un primer propósito de iniciarla a la prostitución. Sin embargo, se enamora realmente de ella y llega incluso a trabajar. Accattone ha cambiado, visiona en sueños su propia muerte (parte muy brillante de la película), no quiere ser más un vividor egoísta que explota a las mujeres. Es ese instante de su vida, en el que Accattone está empezando a conocer al verdadero ser humano que es, cuando todo cambia (spoiler).
Adscribible al neorrealismo (pero con matices, pues denota no poca autonomía autoral), en este film Pasolini enseña su estilo naturalista y humano, en una historia particularmente favorecida para ello, tal es su argumento en su contenido auténtico, realista, abierto, duro. Al humanista Pasolini siempre se le puede acusar el hecho de que en su obra cinematográfica el contenido/ideas siempre puede sobresalir por encima del continente, o cuando menos existe una gran descompensación entre ambos. En "Accattone" continente y contenido se complementan virtuosamente, encajando notablemente y creando una sensación de autenticidad y amargura muy considerable.
En una película como esta, directa y sin concesiones, es muy interesante la explicación de la situación de las mujeres, auténticas conejas en multitud de casos, meros instrumentos "cría niños" que indefectible, triste y paradójicamente deben asumir que "vivirán mejor" si venden su cuerpo, si instrumentalizan su mercancía. Ahí la película es muy sensible y, en general, con todos los personajes, Accattone a la cabeza. Bella fotografía, muy dramática del maestro neorrealista Tonino delli Colli y una obra enormemente fascinante.