Ninja Scroll

La noche cae y salen las bestias, sibilinas, ávidas de sangre, dispuestas a matarse. En este relato de tiempos feudales pasados éstan destripan y despedazan a sus enemigos sirviéndose de sus katanas y extraordinarias habilidades; en tiempos feudales...todo es posible.

Entrados los '80, la animación nipona centrada en la acción y el fantástico fue regalando a los entusiastas (y de paso dejándoles sin respiración con) una serie de títulos que rompían ruidosamente las convenciones del género y no tardaban en atravesar fronteras hacia otros países, donde ganaban incluso más reputación que en su tierra natal. "El Puño de la Estrella del Norte", "Appleseed", "Urotsukidoji" o el milagro de "Akira" como principales ejemplos; todas ellas dirigiéndose a un destino común y epítome de su propia estirpe: "Jubei Ninpucho".
Su responsable: el autor y diseñador Yoshiaki Kawajiri, ya célebre por sus obras "Goku", "Cyber-city Oedo 808" o "Wicked City", y al que poco le faltaba para que su enorme talento le llevase al definitivo estrellato cuando decidió dejar las historias futuristas y viajar al Japón feudal para confeccionar una fábula de samuráis sin olvidar sus característicos tics de guionista de ficción, siendo sus referencias seminales Seiya Yamada, uno de los escritores más reconocidos del "ken-geki" y fantástico de las últimas seis décadas, y un personaje real: el samurái Yagyu Mitsuyoshi (cuya misteriosa y turbia existencia ha inspirado desde películas hasta series de animación, series televisivas, novelas o cómics).

El director no lo plasma a su imagen y semejanza, claro está (se dice que Mitsuyoshi llevaba un parche en el ojo), pero lo homenajea con su implacable Jubei, mientras le rinde un cariñoso tributo a muchos antihéroes de los populares "chanbara" que llenaron las carteleras durante los '60 (y por ende a los actores que los encarnaron), desde el Sanjuro de Akira Kurosawa al Kiba de Hideo Gosha pasando por figuras míticas del género como Sazen Tange, Ryunosuke Tsukue, Kyoshiro Nemuri o Zatoichi (también llevados al cine). Así se nos presenta este guerrero delgado, desaliñado, cínico y, por supuesto, letal.
Los primeros minutos ya dejan claro el estilo, la forma y el discurso de Kawajiri, los mismos que de algún modo u otro siempre ha respetado en sus obras; trazos perturbadores, escenarios ásperos y colmados de oscuridad en su fondo, expresiones histriónicas y un nivel de violencia que nos revuelve las tripas. En los entresijos de una compleja trama que hereda parte de la de "Goyokin" envuelve a un pequeño clan, a un grupo de ninjas expertos y a un puñado de demonios mercenarios contra el dominio del shogunato Tokugawa se introduce casualmente Jubei (como les suele pasar a este tipo de solitarios individuos).

El director radiografía, pervierte e innova el "ken-geki" y el Japón del periodo Edo transformándolo en un universo de pesadilla lleno de seres salidos del Infierno; abre una brecha en la Historia y con total naturalidad deja que se infiltren poderes mágicos y mutaciones grotescas arañando la realidad con tal falta de consideración que absolutamente todo parece nunca visto ni oído. Es el trabajo de un maestro con las ideas muy claras; este universo, por supuesto, también está lleno de pura maldad, hipocresía, ambición y violencia, cuyo centro de proyección es el Gobierno, ese shogun de las tinieblas que debe ser derrocado.
De ahí que sólo un nihilista por contrato como Jubei pueda ser el héroe de la historia, acompañado del viejo espía Dakuan, quien lo usa contra su voluntad (cual "Snake" Plissken), y una mujer ninja llamada Kagero (inspirada en la Yuki de "Lady Snowblood"), gracias a la cual se irá desarrollando un romance que se inscribe entre los más trágicos del género (dentro y fuera de la animación); se la modelará como el cenit de la inmoralidad y perfidia del Mundo planteado: una habilidosa asesina que envenena a los hombres tras abusar de ella. A pesar de la fealdad de la pareja protagonista, Kawajiri les brinda una preciosa historia de amor verdadero, puro y apasionante (y sin más necesidad para consumarse que un simple beso...).

Sin embargo los instantes que concede a la tragedia más melodramática (de una carga sentimental que pone los pelos de punta) son una pequeña porción de esta fábula bañada de sangre y que nos arrastra a una imparable sucesión de duelos protagonizados por seres mitad humanos, mitad monstruos de leyenda, tan carismáticos como repulsivos; en ellos se desafía nuestra sensibilidad: brazos arrancados, cuerpos cortados por la mitad, secuencias de sexo aberrantes, cabezas que revientan en pedazos...el espectáculo, que incluso hace palidecer a los combates de "El Puño de la Estrella del Norte", es digno de verse y sentirse.
También nos traerá recuerdos a la obra de Toyo Ashida (y a otros títulos) por centrar en esta aventura trepidante una venganza de anteriores orígenes entre el protagonista y su principal enemigo, aquí el poderoso Himuro Genma (quien se lleva un colofón quizás inspirado en "Terminator II" (¿?) ); y de por medio, un profundo y nada disimulado amor homosexual entre el jefe y uno de sus secuaces. Nada parece fruto de la casualidad; Kawajiri ha estudiado su obra muy bien y sabe conducirla a un último acto donde no sólo se nos vapulea con escenas de acción viscerales, sino donde los cabos se atan (¿o más bien "desatan"?) con perfecta coherencia.

Ya hubo otros films de animación que cruzaron fronteras, pero "Jubei Ninpucho" fue un poco más allá y ello lo elevó al estatus de clásico desde su estreno en 1.993. En el extranjero llegó a ser todo un fenómeno (mayor que la obra de Katsuhiro Otomo), Kawajiri por fin se ubicó entre los puestos de los maestros y MadHouse obtuvo su primer gran título.
Por experiencia que se tenga, no se sale indiferente tras su visionado; en el futuro, infinidad de películas y series (en especial "Basilisk" o "Naruto") la tomarían de referencia principal. Yagyu Mitsuyoshi estaría orgulloso...

Una película anime que recuerdo con mucho cariño porque cuando la vi por primera vez, lo hice en VHS cuando tenia apenas 10 años y lo hice junto a mi hermano mayor que tenia 18 años. El la había alquilado (porque antes se solía hacer eso en un sitio llamado "Videoclub") por la portada y porque pensaba que era algo una película de animación japonesa "normal" de las que habíamos visto hasta entonces, similar a series con mucha acción, peleas, lucha del bien contra el mal, pero dentro de los "parámetros" accesibles de visión para nuestra edad (especialmente la mía) que conocíamos hasta entonces.

Pero tremenda "sorpresa" que nos llevamos al poco tiempo de empezar los títulos de crédito iniciales (incomprensibles para mi ignorancia sobra decir) al ver una historia interesante y sencilla de seguir, con un acabado visual impecable y hermoso, pero lo que de verdad nos dejo impactados fue el desatado despliegue de secuencias ultra-violentas, ultra-sangrientas e incluso con algunos escenas eróticas "fuertecitas" pero incorporados de una manera orgánica y elegante que le dan mayor fuerza al conjunto.

Desde esa maravillosa ocasión siempre vuelvo mis ojos a "Jubei", el guerrero que buscará su propia redención frente a fuerza demoníacas, en medio de una lucha de poder por obtener el control total del Japón feudal del siglo XVI que involucrara conspiraciones, samurais, katanas y fuerzas sobrenaturales y en donde la única forma de escapar será pelear o morir contra todo obstaculo que se interponga.

Una experiencia total muy recomendable para los amantes del anime, que no decepciona y con el paso de los años no pierde vigencia.

Japón feudal, un shogun, que vagabundea, por distintos territorios, plagados de miseria, y seres repulsivos, dónde hay vejaciones, crudeza y virulencia, y en su andrajoso camino, se topara, con unos tremendos demonios, oscuros e intimidantes.
Una obra de arte visual, frenética, salvaje, y sin concesiones! Con unos personajes empáticos y viscerales, que te transmitirán, su angustia y ajetreado destino.
Este Shinobi, que deberá enfrentar, a una pandilla de enemigos sobrenaturales, que masacra aldeas, y llena ríos de
sangre.
Un largometraje, que me resulto hipnótico, atrapante e inmersivo.
Jubei y Kagero, dos personajes maravillosos! Un animé impactante, gore y épico! del mismo realizador de "Vampire D"

Twitter: @alucard8791
Youtube: retrofilms 2018

Película muy entretenida, con escenas de lucha muy bien hechas y sorprendentes, y con una ambientación muy elaborada.

Muy entretenida película épica para adultos de samurais. Como ya se ha dicho contiene escenas de violencia y sexo (para que luego digan que los dibujos solo son para niños...), buenos combates para recordar, fantasía épica, etc.

Todo ese conjunto hace que sea una película para recordar, a diferencia de la serie del mismo título que a pesar que me la tragué entera me dejó bastante decepcionado.