Fargo III (Miniserie de TV)

Supongo que Noah Hawley, creador y guionista de esta exitosa serie televisiva al rebufo y beneplácito de los hermanísimos Coen a querido hacer "algo diferente" dentro de los parámetros del thriller rural en que es de obligado cumplimiento que se enmarque la serie, en esta tercera entrega en la que se acompaña de un grupo más nutrido de guionistas. Lo consigue. Para bien y para mal.

Es precisamente ese marco el que pesa sobre su metafórica propuesta, descolocando al espectador, socavando la trama policial y a los personajes, que se convierten en excusa y arquetipos al servicio del mensaje que Hawley quiere transmitir. La atmósfera es la de siempre, el elenco estupendo y no faltan las dosis de acción y violencia marca de la casa, pero la cosa va de otra cosa, valga la redundancia.

A saber: Aquí estamos los mortales de a pie con mayor o menor éxito relativo en nuestro devenir (los Stussy del mundo), peleándonos por nuestras pequeñas miserias, tratando de encontrar algo de amor y estabilidad que nos de un sentido a nuestra existencia, mientra que los que nos gobiernan solo aparecen como policías o como recaudadores fiscales. Los primeros con pocas luces e interés por descubrir a los verdaderos culpables que nos amenazan y los segundos muy eficientes en su interesada labor exprimitoria. Las escasas excepciones simbolizadas por Carri Coon y la agente de tráfico son poco menos que granos insignificantes en el culo de un sistema que huele fatal. Aún así aceptamos las reglas y la vida sigue hasta que un monstruo viene a vernos.

De él solo conocemos poco más que unas iniciales que vaya usted a saber que significan si es que significan algo y que es ciudadano del mundo, vamos que está en todas partes. La composición que hace el gran David Thewlis de Varga es antológica y lo mejor de la temporada. Este monstruo insaciable que nos devora y regurgita sin parar en su insaciable sed de poder y de "verdadera riqueza", representante de ese 1% que controla el 80% de la riqueza mundial entra como Pedro por nuestra casa cuando y como le apetece y arrasa con todo, dejándonos en "crisis". Es significativo que sus acólitos despiadados sean un ruso y un oriental (¿chino?). Nadie está a salvo, ni siquiera la verdad, que siempre será la que quiera el estado esté este en la antigua Alemania Oriental o en la Norteamérica actual.

Para reforzar este sentimiento de desamparo y desubicación, Hawley va cambiando el foco del protagonismo, para demostrar que en el fondo nadie lo tiene en propiedad y que todos somos prescindibles. Al final Hawley nos lanza una apuesta: ¿Creemos que podremos cambiar algo o que todo seguirá igual?. Uno es pesimista.

A mayor inri Hawley introduce en la trama el azar y el sin sentido en las situaciones. No hay un orden superior que tenga un plan y nos redima.

Todo ello merece el reconocimiento notable a su creador, pero el espectador medio de "Fargo" que esperaba otro caso de la crónica de sucesos rural queda descolocado ante tanta filosofía existencial por mucho que en el fondo esta, ahora sí, esté basada en la cruda realidad.

Por fin llegamos a la tercera temporada de "Fargo", que es la que yo quería ver. ¿Por qué? Porque es en la que aparece Mary Elizabeth Winstead. Así es y encima en el primer episodio, también en el cinco, hasta sale un par de veces con botas negras, así que estupendo aunque en realidad son normalitas. Siguiendo con el reparto, el que destaca, además de por partida doble, es Ewan McGregor. Y lo que es más jugoso, que haciendo estos dos de amantes en esta ficción se han acabado enamorando hasta causar un verdadero escándalo, con adulterio y todo, cada uno dejando a sus parejas de toda la vida. Y aunque pocos daban un duro por los dos, aún continúan juntos.

Pero yendo a la serie en sí, qué queréis que os diga, no me ha resultado aburrida, ninguna de las temporadas lo ha sido, incluso el villano, Varga (David Thewlis) me ha parecido hasta interesante, pero si se analiza un poco, hay demasiados errores y casualidades no justificadas. Por ejemplo, la evolución de Nikki (la guapa Mary Elizabeth) es totalmente absurda, la muerte en el episodio seis de un importante personaje es demasiado ridícula, y el tiroteo final en el diez es que no lo pueden ni rodar porque es imposible que pase eso. Por lo demás, el capítulo tres es puro relleno, el desenlace está mal resuelto y el sesgo feminista, que siempre ha existido en "Fargo", es molesto.

Después de que la segunda temporada resultase un poco decepcionante (tenía un gran arranque inicial, pero al final se perdía con extraterrestres de fondo), esta nueva entrega de la serie recupera la frescura y humor negro original para contarnos la rivalidad surgida entre dos hermanos a causa de un sello y las consecuencias terribles que irán surgiendo a raíz de todo eso.

Esta vez, la originalidad de situaciones y personajes está más patente que nunca. El reparto, repleto de caras conocidas (Ewan McGregor, Mary Elizabeth Winstead, Carrie Coon, Michael Stuhlbarg o David Thewlis) se deja llevar y se sumerge junto al espectador en la historia.

Hay giros de guión y golpes de humor que perfectamente podrían haber salido de la mente de los hermanos Coen y su creador, Noah Hawley, debe apuntarse un buen tanto por ello. Incluso, se permite el lujo de introducir, en el segundo capítulo, una pequeña parte de animación que no desentona en su conjunto y que cobra sentido según avanza la acción.

Así, esta nueva entrega de ‘Fargo’ vuelve a dejar el listón muy alto con su abierto final, para que cada uno piense lo que quiera. ¿Has elegido ya qué sucede tras la puerta?

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Muy pocas series afianzan su calidad en segunda/tercera temporada Fargo una de ellas
Los Coen sobresalientes,gran narrativa como en la película de la que surgió la serie
La tercera temporada, sigue en su buen hacer, con un malentendido que desencadenará una serie de desastres como en temporadas anteriores
Un docudrama que destila inteligencia de los guionistas
En todas las temporadas tenemos a la policía que aportan ante los casos un desaliento para juntar las piezas
En la T3 es Carrie Coon en la línea de Frances McDormand en el largometraje original
Codicia, envidias, mafias y amor loco fluye en una serie como Fargo enganchando desde el comienzo

“Por respeto a los vivos se han cambiado los nombres de los protagonistas. Por respeto a los muertos se ha contado todo tal y como ocurrió”

Vale, se aleja un poco de las otras temporadas. Pero sigue siendo Fargo, sigue dando de lleno en las debilidades del ser humano y sigue utilizando diversas temáticas para criticar nuestra sociedad actual (en este caso los teléfonos y otros aparatos electrónicos).

Partimos de que el primer episodio es bastante certero y muy bueno. Si que es cierto que en esta temporada hay un episodio (el tercero) que se desmarca por completo del resto. Aunque se comprende el por qué, parece que Hawley tenía intención de explayarse en el pasado y hacer un poco de burla del uso de Facebook.

El plantel de actores vuelve a estar estupendo, desde Ewan McGregor en un doble papel, a la altura, contando con una excelente Carrie Coon, una excepcional Mary Elizabeth Winstead (cuyo personaje si que es cierto que se pierde un poco hacia el final), un intimidante David Thewlis y un acertado aunque secundarioo MIchael Stuhlbarg.

A esto se unirían en menor medida Shea Whigham (un personaje muy similar a Bill en la primera temporada), Scoot McNairy (la razón por la que todo se desencadena) y algunas apariciones episódicas.

La trama sigue los errores humanos que comete un personaje, al que han encomendado una misión. Esto desencadena un asesinato y por ende, que la trama vaya de un lado al otro. Por otro lado, el otro hermano está teniendo problemas en su empresa.

No es la primera temporada, aquí hay leves errores como los cambios repentinos de los personajes, decisiones equivocadas...pero funciona fantásticamente.

Todo un acierto, sobre todo si tenemos en cuenta el progresivo bajón de la cuarta temporada.

AH, y bien que hayan mantenido el número de personajes bajo. Hawley funciona mejor así.