Último turno

No solamente es una película entretenida y muy bien interpretada por sus actores, sino que además está bastante bien dirigida por David Ayer. Quien quiera saber por qué digo esto, que se vea la última escena de acción de la obra.

Quizás tiene momentos demasiado pastelosos y forzados, y eso hace que no tenga una nota superior, pero merece la pena para conocer lo que puede ser un día a día en la policía de Los Angeles de California en los barrios más afectados por la pobreza, la marginación y cómo no, el tráfico de drogas.

Al principio parece un poco lenta pero luego la cosa empieza a ponerse interesante, la tensión que se produce en toda la película debido a lo realista que es, es uno de los punto más fuertes de este film, se agradece que el final esté al mismo nivel, igual de impactante que el resto de la película.

He tardado un rato en darme cuenta de que la película no era una parodia, sino que proponía un argumento "realista". Y la razón es la cadena previsible y absurda de tópicos uno detrás de otro, hasta el punto de poder adivinar cuál sería el siguiente, y su consiguiente acierto.
No hay un tópico que no aparezca. Sin orden ni concierto. Y lo de las cámaras es de traca. Que ellos lleven una y tengas planos subjetivos, vale. Que todo el mundo se comporte como si fuese el Festival de Videoblogs de Youtube, no.

Miré el reloj, por primera vez, en el minuto 42, y me sorprendió -para mal- descubrir que no había llegado ni a una hora, y ya estaba deseando que alguien defenestrara a los dos protagonistas lo más rápido posible. La hora siguiente no fue a mejor. Interpretaciones pésimas, banda sonora sin personalidad.

¿Recomendable? Por supuesto, en el caso de que quieras deshacerte de visitas que están alargando demasiado el encuentro.

De la mano Open Road Films, productora de grandes obras maestras del cine contemporáneo como “Asesinos de élite”, “Infierno Blanco”, “Silent House” o “Silent Hill 2” y de un policía frustrado con pretensiones de cineasta, llega otra película con la testosterona por bandera y que pretende reflejar el día a día laboral de una pareja de policías, en principio. Personajes con una credibilidad y profundidad irrisoria, tonta y absurda en todos sus niveles, a la altura de “Dos policías rebeldes” (esta por lo menos hacia gracia), y que de tan profesional y veracidad que se le pretende dar queda una especie de amalgama entre un GTA, “Proyecto de la bruja de Blair” y Call of Duty.

La película, cuenta con escenas de mucho ímpetu y empeño por parte de los policías (como siempre unos cracks) y con la habitual chabacanería de las bandas callejeras, que supongo pretende concienciar a unos y a otros acercándonos lo máximo posible al cine social, algo que se va totalmente al traste por lo directa (y absurda) de la propuesta y sus diálogos “besuguiles” de falsa cotidianidad, así como supongo va dirigida exclusivamente al público estadounidense. Toda para ellos oiga.

El fenómeno de las cintas grabadas 'cámara en mano' está siendo verdaderamente agotador. Ya no sólo se utilizan para las cintas de terror, sino que policíacos como 'End of Watch' también la usan, llevando al espectador al hastío, cansado de ver una y otra vez como la cámara no deja de moverse sin que la cosa venga a cuento, ya que si por lo menos aportase algo a la historia tendría un sentido. Su uso indiscriminado, y su líneal guión, son lo que acaban lastrando a 'End of Watch', una cinta que podría haber sido un buen retrato de amor fraternal entre dos compañeros de trabajo, pero que al final se queda en una cinta mediocre que será olvidada en pocos meses.

La cinta nos presenta a dos policías que son amigos del alma y compañeros de ronda en un distrito de L.A. muy peligroso, por lo que siempre andan a la caza de bandas de latinos y afroamericanos que trafican con drogas o asesinan a sangre fría (lo de siempre, vamos). De ellos vemos como van evolucionando como policías y como personas, bien sea siendo condecorados por detener a una peligrosa banda, o por seguir el ciclo de la vida (boda, niños...), Todo ello es retratado por ellos mismos durante sus interminables rondas nocturnas, esos paseos que casi siempre suelen acabar con algún tiroteo. Y ahí radica el otro problema de la cinta, el poco desarrollo de los dos personajes principales, que son planos y previsibles hasta decir basta, cosa que te impide conectar con ellos en ningún momento. Y si no conectas con ellos y no te gusta el estilo 'cámara en mano', no hay nada más que rascar en la peli.

Así que en definitiva, éste 'End of Watch' no deja de ser un capítulo de la incomprensiblemente célebre serie 'COPS' alargado hasta el infinito, al que como he dicho antes, su pobre guión y desarrollo de personajes, y su estilo fílmico acaban matando por completo. Una pena.

Lo mejor: Los últimos veinte minutos.
Lo peor: El abuso de la 'cámara en mano' y el guión.

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