Ópera prima

En la plaza de la Ópera, Matías (Ladoire) se encuentra con su prima (Molina) con quién tuvo una relación sexual a los quince años... Forma junto al "Tigres de papel" de Colomo un díptico emblemático en el cine español y dos buenas muestras de la llamada comedia madrileña, que si bien puede ser cierto que se trataban de éxitos coyunturales, no hay que negarle méritos a las buenas obras que ha dejado, siendo indudable la concreción de una forma de hacer comedia de la que han bebido y siguen bebiendo directores como Gómez Pereira o Joaquín Oristrell.
Entre los valores del film aquí comentado están que denota frescura, originalidad y espontaneidad, así como un aire de "destranscendentalismo" acerca de la situación del momento, aquí muy bien encarnado en la interpretación/personaje del también coguionista Ladoire. Es un pequeño clásico, una pequeña pero buena, importante, película. La ópera prima de Trueba, evidentemente.

P.D.: A algunos se le afloja el esfínter con demasiada facilidad...

De las palabras de Trueba en los comentarios de este DVD deduzco y le doy la razón que es una película poco interesante para ajustarse a un presupuesto bajo.

De las dos primeras pelìculas de dos de nuestros directores estoy deduciendo que son películas malas, bien rodadas, pero con un pésimo guión al que no saben sacarle jugo (perdónenme por generalizar y excusas a las excepciones).

Matias es el personaje central que habla como una cacatúa sin decir nada interesante aunque lo parezca, a quien Oscar Ladoire tampoco sabe sacarle jugo y al parecer es el actor que va a canalizar esta "comedia" en la que no encontré risible ninguna de las situaciones sino penosas.

Cierto es también el comentario de Trueba que es una película romántica, ahí le doy la razón. Ya que hay mujer para todo tipo de hombre, como es el caso de Matías, hablador compulsivo, celoso inconsecuente, pero no es mal tipo y si su prima lo quiere, pues ya está.

Opera prima es una comedia dirigida por Fernando Trueba allá por el año 1980. “opera prima” es por un lado la opera prima de Trueba, y por otro responde al guión: opera, zona céntrica de Madrid, es donde el protagonista se encuentra a su prima, hecho que se convierte en arranque y motor de toda la película.

El film cuenta la historia de Matías, un joven periodista-escritor de 25 años, separado y con un hijo al que ve un día por semana, que un buen día se encuentra por casualidad con su prima, a la que llevaba años sin ver. Su prima se llama Violeta y vive en una boardilla en Opera, a la que Matías empieza a ir frecuentemente. El segundo día ya duermen juntos y empiezan a verse sistemáticamente, en una extraña relación en la que los dos parecen estar bastante seguros. A la trama principal acompañan otros sub-temas como su relación con su hijo y con su ex-mujer, los consejos, llenos de humor típicamente español, de su amigo (Antonio Resines) o los celos que siente del amigo de Violeta, al que considera un niñato que se cree especial por tocar el violín.

La película gira en torno al estado de cambio que se vivía en Madrid (y en todo España) en aquella época: los rompedores sesenta y los movidos setenta de la transición daban paso a una nueva mentalidad en los ochenta. Y en este estado de transición social y mental colectivo, se encuentra el protagonista de 25 años, una edad que también es la transición entre la juventud y la adultez.

Oscar Ladoire, co-escritor y protagonista, acapara la película totalmente, que está centrada en el personaje que éste interpreta. No obstante, hace una interpretación excelente y graciosísima de Matías, un charlatán pseudo-fracasado que se encuentra más bien perdido, y entre que pasa la vida contando sus teorías sobre cualquier cosa, se da cuenta de lo que realmente quiere: a su prima Violeta. La película es en realidad una comedia romántica, pero siendo mucho más graciosa que empalagosa. Su sencillez y jovialidad la hacen entretenida, Fernando Trueba consigue plasmar perfectamente el estado de ánimo y la situación de los jóvenes de esa época.

"Ópera prima" es una película bastante justita, que quiere ser muchas cosas y no es ninguna. No llega a ser comedia romántica, ni melodrama, ni "cine de la movida" o "de la transición", ni nada. Todo se queda a medias, sin pulir, sin brillar. Claro que, para ser un debut, tampoco es horrorosa.

Trueba apenas tenía 25 años cuando se estrenó como director, y se rodeó de sus amigos de la universidad Óscar Ladoire (coautor del guión) y Antonio Resines para su primera película, la cual fue un éxito de taquilla y crítica (su también amigo Carlos Boyero le dio una buena palmada en la espalda) y, que vista ahora, no se entiende del todo su éxito. O tal vez sí.

Ladoire es un tipo que estuvo muy de moda en los 80 y 90, de manera incomprensible. Nunca me ha gustado y me parece un sosainas y un actor regulero (aunque sí me gustó en la reciente "Pagafantas", tal vez porque le pegaba ese papel), y aquí se tira toda la película hablando, divagando, despotricando y soltando peroratas intelectualoides, cuando nadie le hace caso. Va de progre y en realidad es todo lo contrario, un snob clasista y machista con ínfulas de niño pijo ("en tal sitio no saben cortar la carne", "¿Vas a tomar leche con el queso?") y que despierta cero simpatías en el espectador. Mejores ejemplos tenemos en el cine europeo o norteamericano.

Divorciado y con un hijo, quiere seducir a su primita (!) , una jovencísima y amateur Paula Molina, y contará con la "ayuda" de su amigo y compañero de trabajo León, interpretado por Resines haciendo de Resines; éste resulta bastante más divertido y con más vis cómica que Ladoire, con quien te ríes en 2 chistes de 20.

En fin, una película de 5, rodada en panorámico, que por lo menos se deja ver, tiene una bonita imagen, además refleja lógicamente esos años (una época que me encanta) y no tiene escenas desagradables como otras de la Movida tipo "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón".

Fernando Trueba hace un juego de palabras con el título de la película delicioso y imaginativo. Fernando Trueba hace su mejor película. Fernando Trueba escribe con Óscar Ladoire y se nota. Para bien. A Resines me lo imagino metiendo baza o directamente improvisando. El trío, que es cuarteto, con Paula Molina, la prima más primorosa del cine que yo recuerdo, se ingenia una película coyuntural pero que a la par (por una vez) no termina de hacerse vieja. Antonio Resines dice con Ladoire el cuasi monólogo de los calzoncillos y la petite mort que queda como si fuera una secuencia de Woody Allen. Salvo distancias. Ya se sabe que aquellos años eran los del poderoso influjo del de Manhattan. Paula Molina y la pareja imposible con su primo Ladoire. Fernando Trueba imitando más a Woody Allen que a Dios. Fernando Trueba inventándose su propio rollo de hacer cine y comedia. Fernando Trueba consiguiendo sus mejores resultados. Ópera prima me hace reír.