Ahora son 13

Lo dicho en el título. Teniendo en cuenta que hoy en día se hacen películas que buscan hasta tal punto el bombazo en taquilla que se olvidan de tener calidad, Ocean´s 13 me ha sorprendido gratamente. Arrasa en taquilla y tiene calidad.

No sé al resto, pero a mí ese toque "cool", con los once de Ocean´s metidos en un casino, hablando por el pinganillo al ritmo de la música de Holmes y con esas escenas en las que se utiliza la pantalla dividida... me encanta.

Robo inteligente, no alcanza la calidad del plan de la primera, pero supera el de la segunda. Todo llevado con buen ritmo. Unas buenas actuaciones, en especial cuando Clooney y Pitt se juntan y muestran esa conexión cómica entre colegas-ladrones.

Pues eso, arrasa en taquilla y, por lo menos a mí, me ha parecido buena. Y sin duda entretenida.

Todo es cool al máximo. los guaperas en sus sitio -aunque no hay que olvidar que son buenos actores, todos se saben su papel en la banda y lo ejecutan con eficacia, las guindas añadidas resultan eficaces -Barkin impresionante, Pacino en segunda marcha- y la historia transcurre en un plis-plas de lo más agradable y entretenido. Quizá es comida rápida, pero siempre es mejor el Burguer King que McDonald's...
Lo mejor: Que a los entregados a priori no defrauda sino al contrario.
Lo peor: Que reconocemos el final de su saga.
PD: Lo he dicho siempre que es menester, pero otra vez: este Damon está en las películas más entretenidas usa-americanas de los últimos 10 años.

Hace un rato que la he visto y aún me dura el mareo por el visionado en la quarta fila de la sala y tanto movimiento videoclipero de cámara tan típico del cine más comercial, aderezado esta vez por toneladas de lujo en un ostentoso hotel de Las Vegas, entre anuncio y anuncio publicitario a lo largo del metraje (yo he contado Dell, Samsung, Ford, Martini... ya se sabe, no Martini no party, ¿eh George?).

Esta vez los chicos de Ocean se ven en la obligación moral de socorrer a un amigo, estafado habilmente por el magnate hotelero Bank (Al Pacino, la nueva aparición) con tal de devolverle la alegría al viejo y de paso sacar tajada arruinando el hotel casino a tan irrespetuoso malvado.

El esquema argumental pues no difiere en demasía de las anteriores entregas, encadenando despropósito tras despropósito y desfachatez tras desfachatez con más o menos fortuna, resultando alguno de los números graciosos, otros indiferentes y naturalmente todos ellos inverosímiles en mayor o menor grado, resultando en conjunto eso si, más o menos entretenidos y digeribles, aunque alguno haya bastante vergonzante.

Como me ocurrió con la segunda entrega de la que apenas recuerdo ya el argumento, este será un fácilmente olvidable producto de entretenimiento que si bien se deja ver, no aporta nada sorprendente ni digno o indigno de ser recordado, caracterizandose en todo momento por la corrección, como la de las interpretaciones, que lejos de ser de aplauso tampoco se puede decir que desmerezcan.

Lo mejor, la cara de estupefacción y la última escena de Andy Garcia como conclusión por su parte al desenlace del golpe de los chicos de Ocean, así como la adicción de más de uno al programa de Oprah. Lo peor es que la misma estructura de guión para una tercera entrega ya se hace muy previsible y no logra sorprender con su efectismo, además de que quizás esta vez las trampas no sean tan espectaculares y el ingenio de los protagonistas se haya visto disminuido.

Correcta en todo momento y poco más, no deja de ser otro espectaculo de fuegos pirotécnicos del cine más comercial que aunque entretiene no aporta nada nueva y se olvida rápidamente.

No es que no me lo esperara, pero igualmente salí de ver a la cuadrilla de Ocean con esa sensación de cualquier tiempo pasado fué mejor.

Regresar a los lugares comunes de personajes entrañables tiene su encanto, pero si no se puede ofrecer nada nuevo pierde toda la gracia y, la verdad, cansa. Y eso justamente es lo que pasa en la película, los diálogos han perdido tanta frescura que parecen impostados, el argumento es flojito flojito, y los actores dan la sensación de pasearse por la pantalla por mero amiguismo con el director, sin que ni siquera se crean lo que están realizando.

Total, que distraer distrae, cierto. Pero también lo es que la sensación de inutilidad campa por sus anchas durante todo el metraje. Más que un film parece la repetición de las mejores jugadas de los anteriores. Decepcionante.

Lo mejor: La huelga en México
Lo peor: su previsibilidad (y en la versión doblada la voz de Pacino)

Excelente. He disfrutado como un enano viendo la tercera entrega de Danny Ocean. Supera a la segunda. La tensión no decae en ningún momento, y los actores están que se salen. Química a raudales entre Pitt y Clooney, fantástico Damon y su nariz, fenomenal Al Pacino y brutal la Barkin....