Ahora son 13

Según los responsables y protagonistas de la cinta estamos ante la última entrega de las aventuras de Danny Ocean y compañía, una de las sagas más rentables de los últimos años.
En esta entrega se encuentran los mismos elementos de la primera entrega, está situada la acción en Las Vegas, los protagonistas tienen que orquestar un golpe perfecto contra un rival común (AL PACINO), entre medias vemos a sus protagonistas en distintas situaciones cómicas y siempre con un toque "sumamente cool".
¿Entonces que nos ofrece, la cinta? Respuesta: Lo mismo de siempre, pero la película en comparación con las otras terceras partes que se han estrenado durante estas fechas se puede considerar un final digno de una saga sumamente entretenida

No nos engañemos la película está dirigida a los que sientan admiración por sus protagonistas (sobre todo la pareja de colegas CLOONEY-PITT), pero esta vez a los que añoraron un golpe como el de la primera entrega (y que no se resolvió bien en la segunda) estarán más que satisfechos.

Los actores que forman la "A" list han vuelto, y el golpe no son joyas sino la taquilla mundial (en este caso la banca gana).

Aspectos a destacar:

Lo mejor: sus protagonistas, George Clooney vuelve hacer de si mismo (el papel que mejor le queda), Brad Pitt demuestra ser el actor con más carisma de una generación que creció viendo películas como SEVEN o EL CLUB DE LA LUCHA y Matt Damon no luce todo lo que podría, pero da igual es la suma de verlos a los tres juntos lo que hace grande a estas películas.
Mención especial el resurgir de Ellen Barkin.

Lo peor: su falta de pretensión a la hora de intentar sorprender, pero por otra parte si no se repitieran los esquemas de las dos otras entregas no estaríamos ante una cinta de Ocean.

De lo que hay en cartelera en cuanto a cine de evasión se refiere su apuesta tiene que ser OCEANS 13.

Revisando el elenco, saltan a primera vista seis actores considerados estrellas de primera línea (otra cosa es que lo sean) y otros cuatro secundarios de lujo. Con todo esa peña y mucha pasta para disponer es prácticamente imposible hacer una película que no sea decente. Digo lo de 'prácticamente' porque Soderberg demostró en "Ocean's Twelve" que el que quiere hacer un bodrio y se esfuerza, lo consigue. Afortunadamente, parece que el amigo Soderberg se quedó escarmentado (aunque no lo suficiente para impedir por completo la aparición de Vincent Cassell) y decidió volver a lo seguro a la hora de rodar esta tercera parte.

En fin. Como no podía ser de otra forma, las interpretaciones son buenas y los dos fichajes (Pacino y Barkin) suben el nivel. No aparece Julia Roberts, lo que también sube el nivel. La historia vuelve a ser enrevesadamente simple, pero intersante, como nunca debió dejar de ser. Los diálogos a toda velocidad también vuelven al nivel chispeante de la primera parte.

Mucho traje caro, mucho ambiente de lujo, comentarios chuletas, timos dentro de las estafas dentro de los fraudes... En resumidas cuentas, una descarada vuelta a lo seguro y a lo que funciona. No es muy original, jamás ganaría un Goya, pero ojalá todas las películas fuesen igual de entretenidas.

Esta frase dicha por George Clooney a Al Pacino resume muy bien lo que ha supuesto esta saga de Ocean. Si bien la 11 era un entretenidísimo y divertido thriller de intriga y la 12 se convertía en un auténtico despropósito rodado únicamente para embolsar de dinero los bolsillos de sus estrellas, esta 13 intenta remontar pero no lo consigue.

Tener a Al Pacino como villano de la función podía dar mucho juego, pero se limita a soltar sus frases con la frialdad que caracteriza a su personaje. Los 11 de turno, ya se sabe, mucho glamour, frases cortas, miradas de complicidad, y poca cosa más. Incluso el argumento no llega a enganchar, y no se produce un robo propiamente dicho, con lo que llegamos al desenlace con más pena que gloria.

Pero no todo es malo. Las Vegas como escenario de la película mejora respecto de los palacios italianos de la 12, y el no tener a Julia Roberts y Catherine Zeta Jones permite centrarse más en la camaradería de los once de Ocean.

Para concluir, que los realizadores de esta trilogía deberían haber aprendido de Frank Sinatra, que se limitó a hacer una película, y no a estirar el chicle, que, al final, se acaba rompiendo.

Desvergonzada chapuza del insigne director que rodara las dos mediocres primeras entregas de esta supuesta serie o trilogía. En esta ocasión, incurre en un error-estupidez-dolor imperdonable. La acción de nuestros chicos Kens de Hollywood va in crescendo lenta, burda y tediosamente hacia el climax final sin que ninguno de los que presenciamos la trama sintamos que a) son unos héroes, b) transmiten su carisma y c) se crean lo que están haciendo.

Una película discreta y banal que sirvió para pagar las vacaciones de las numerosas estrellas que intervienen y mucho polvillo para echarse unas risas conjuntas en sus roulottes durante los descansos y de paso comentar futuros proyectos y contratos con los que nos seguirán dando la brasa a los sufridos espectadores. Qué bien se lo pasan. Qué cracks!!!

Mismos ingredientes, misma olla, misma cocina y mismo chef. Pero hay algo que falla. La tercera entrega de "Ocean's" viene a ser un postre de las demás. Es sabrosa pero no alimenta.

Faltaba crear una relación amorosa para Matt Damon, así que se la ponen, aunque la película no gire en torno a ella. El problema es que no nos importa lo más mínimo ni teniendo en cuenta el pequeño trozo de película que ocupa. Toda la película es más una brisa que un vendaval: te roza pero no te golpea.

El mayor error es, en mi opinión, que lo que en las dos anteriores entregas era virtud, en esta se convierte en defecto. Soderbergh y sus guionistas abusan de si mismos y tejen una película que nunca acaba de dejar muy claro de qué va. De venganza o de justicia, dirán algunos. Yo no lo creo. A mi me parece que se intentó poner un broche de oro a la trilogía dando una vuelta más de tuerca y se pasaron de rosca. El espectador se pierde entre personajes que salen de un sitio al que no entendemos cómo entran, personajes totalmente innecesarios sólo metidos para que el caldo tenga más gusto y situaciones surrealistas (la "aventura" mejicana de Scott Caan y Casey Affleck es totalmente absurda).

¿A favor? Que las actuaciones siguen siendo muy buenas, aunque aquí ningún personaje sea tan importante como en las anteriores, mayormente porque se le entrega el "mando" a un Al Pacino que, por mucho que duela, pierde en el cuerpo a cuerpo con Andy García si entramos a comparar a los jefes de los casinos. Nadie duda de que Al Pacino sea un fantástico actor, y de hecho hace un buen papel. No obstante, la sombra de la memorable actuación de Andy García en 'Ocean's Eleven' es muy alargada y le eclipsa. Todo y eso, la presencia de Ellen Barkin junto a su magnífica capacidad interpretativa mantienen alto el listón, no sin ayuda, pues Elliot Gould y Bernie Mac vuelven a brillar con luz propia, aprovechándose también de la poca aparición de Don Cheadle. Destacable también Carl Reiner, que sigue en la linea de 'Eleven' y 'Twelve'.

Soderbergh está cerca de firmar una trilogía redonda, pero cae en el último asalto. Una pena. No obstante, la película sigue siendo divertida y visualmente llamativa. No se hace pesada en ningún momento y vuelve a conseguir lo que se propone: entretener. En este caso, solo eso.