Z, la ciudad perdida

James Gray es uno de los directores más interesantes del panorama estadounidense con títulos como "La noche es nuestra" y "Two lovers". El director ha ambientado sus películas en Nueva York en diferentes épocas y en esta su última película ha dado un paso más allá en su proyecto más ambicioso, que adapta el libro de David Grann. Tras participar en una expedición topográfica de la Royal Society a Bolivia, el soldado Percy Fawcett queda fascinado por la jungla y accede a participar en una expedición más remota, a pesar de alejarle de su mujer Nina y sus hijos durante varios años. En la selva amazónica, Percy descubre vestigios de antiguas civilizaciones perdidas, y vuelve a Inglaterra convencido de la existencia de una metrópolis hundida, la misteriosa ciudad de Z. Aunque sus argumentos son ridiculizados por la comunidad científica, Fawcett se embarca en un último viaje a la selva brasileña junto con su hijo Jack para demostrar sus teorías.
El género de aventuras es uno de los más emociones y que crean magia en el cine y el director recupera ese espíritu en una película muy bien realizada, que combina el aspecto familiar con la esposa e hijos del protagonista y las expediciones en la selva y reuniones al respecto. En este aspecto, uno de los mejores momentos del filme es el travelling del padre y el hijo montados en un tren en el último viaje dejando atrás a su familia durmiendo en casa. El filme no es maniqueo al presentar a nobles europeos escépticos y arrogantes y a indígenas amables, tiene una puesta en escena precisa, una magnífica fotografía a cargo de Darius Khondji, un ritmo pausado y contados momentos de acción y está notablemente interpretada por los actores. Charlie Hunnam hace su mejor papel en cine como Fawcett, un hombre obsesionado con descubrir una civilización pero consciente de que tiene una familia y es acertado en un papel en que quizás no hubieran sido igual de adecuado los actores en un principio elegidos, sobretodo Brad Pitt por cuestión de edad y el aura de estrella (que sí ejerce como productor ejecutivo) y Benedict Cumberbatch. Al lado de Hunnam está Sienna Miller, actriz que últimamente sabe quedar escondida en sus personajes de pareja del protagonista como en "El francotirador y "Foxcatcher", como la esposa Nina, en un buen papel femenino lejos de la mujer florero. Por su parte, Robert Pattinson demuestra en sus últimos papeles alejarse del papel en "Crepúsculo" que le dio la fama, en un caso parecido a la que fuera su pareja Kristen Stewart, en el papel de ayudante del protagonista, como una especie de escudero que sigue las convicciones del explorador puestas en duda. Antes de verlo como el nuevo "Spider-man", el joven Tom Holland interpreta al hijo mayor de Fawcett, al que en un principio recrimina el abandono de la familia pero hereda las inquietudes de su padre y juntos se embarcan en el último viajea la selva. La relación entre ambos da emoción y mayor trascendencia al relato.
El filme se presentó en una sesión especial en el festival de Berlín de este año, y es una lástima que al tener fecha de 2016, no hubiera sido reconocida en la temporada de premios con merecidos reconocimientos, siendo los productores los de la oscarizada "12 años de esclavitud". Tal vez haya espectadores jóvenes decepcionados porque esperaban encontrar una propuesta de aventuras y acción parecida a una entrega de Indiana Jones y este no es el caso, ya que está más cerca de films de Herzog pero los seguidores del cine de Gray pueden quedar satisfechos y gratamente sorprendidos y es indudable que la película tiene una calidad excelente, es bella y desprende la magia que buscamos en la pantalla grande de cine.

Valoración: 9
Lo mejor: la realización equilibrada y elegante de Gray y el tercio final del film.
Lo peor: que haya espectadores que esperen una cinta de aventuras más convencional y el episodio central de la Gran Guerra.

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Bastaría con remitirnos al mito de “El Dorado” y con ello se explicaría históricamente lo que significó el descubrimiento y conquista de América para los europeos occidentales a partir del siglo XVI. América fue un accidente afortunado para un Colón confundido creyendo que su llegada a nuevas tierras era parte de Asia. Por eso “indios”; por eso “Antillas” (antes de las Indias). Españoles y portugueses financiaron el capitalismo mundial a partir de los metales encontrados en Méjico y Perú, básicamente. La globalización nació en el año 1492 y permitió al capitalismo posicionarse como economía-mundo, y a través de la maquina industrial en el siglo XVIII, obtener el desarrollo más vertiginoso de la historia humana. El nacimiento del colonialismo e imperialismo europeo hay que ubicarlo en ese contexto. Francia e Inglaterra recogieron las sobras territoriales en América, aunque lograron el mejor posicionamiento en Asia y África. Alemania, que se hizo nación muy tarde se perdió todo ese festín descomunal, y desde la posición del rencoroso herido, atizó las dos guerras mundiales que devastaron todo el siglo XX. En éste contexto hay que ubicar a la muy correcta: “Z. LA CIUDAD PERDIDA” del director James Gray. La película se centra en un militar inglés, Percy Fawcett (1867-1925), correcto en lo personal y comprometido con un deber cívico mayor con su Patria: Inglaterra. A comienzos del siglo XX la Real Academia de Geografía en Londres le encomienda la exploración del Amazonas en los alrededores de Bolivia y Brasil. Aquí es evidente que la principal motivación no es científica sino colonialista: la explotación de los recursos naturales, en éste caso el caucho, para alimentar al monstruo industrial y engrandecer el poderío geopolítico británico en el mundo. Esto no se dice explícitamente, pero es bueno contextualizarlo porque en la realidad esto fue así. Es más, un espectador desprevenido puede terminar creyendo las reivindicaciones del abnegado explorador inglés, Percy Fawcett, como un acto de tolerancia antropológica y cultural en su interacción con los indios del Amazonas. La película hilvana muchas cosas interesantes pero termina sin profundizar en ninguna. Y ésta es su principal debilidad. Estoy convencido que ésta búsqueda de “El Dorado” bajo el código clave: “Z” de ésta película, que fascinó el imaginario europeo por siglos, se inspiró en el descubrimiento que hizo el explorador estadounidense Hiram Bingham III de la ciudad sagrada de Machu Picchu de la civilización Inca en 1911. No está demás decir que la mayoría de los tesoros de los países “explorados” en el llamado mundo periférico por gente como Percy Fawcett se pueden visitar en El Louvre de París o en el Museo Británico en Londres. En nombre de la ciencia y la cultura los gobiernos poderosos de la Tierra se han adueñado de los muchos tesoros que le son ajenos. “Z. LA CIUDAD PERDIDA” pretende ser una película de aventuras desde una sobriedad discursiva que solapa muchas de sus carencias argumentales, además sus dos horas y un poco más nos pareció excesivo. Concluimos que “El Dorado” nunca existió en la realidad, aunque sí en los deseos y la imaginación de millones de hombres y mujeres fascinados por una ciudad misteriosa cuyos materiales serian el oro y las piedras preciosas. Y el cine, eco de los anhelos represados en el subconciente colectivo mundial, retoma éste atractivo mito.

Aunque éste aparezca como uno de los productores de Z. Puestos a fantasear creo que estuvo tentado de protagonizar este viaje a ninguna parte de más de dos horas pero que en el último momento; como tipo listo que es; pensó que a su carrera no le hacía ningún bien otra película que no iba a ningún sitio. El ya tien a sus espaldas 7 años en el Tíbet y Leyendas de pasión.
Metidos ya en faena de analizar una producción de Amazon estudios sobre el Amazonas; la cosa es que el viaje se antoja demasiado largo para no tener un destino claro; los sueños de un visionario, la familia, la locura de la guerra...demasiadas puertas abiertas que no acaban por llevar a nada. Tienes que creer en ella como su protagonista en Z.
Hunnan no es Pitt, pero actúa mejor que él aunque hoy por hoy no tenga su carisma; el resto está bien en sus roles a excepción de Siena Miller que no tiene muy claro qué tipo de mujer quiere o le dejan ser.
Una fotografía desgastada y amarillenta confieren personalidad al conjunto pero acaban restándole espectacularidad. La escena final de las antorchas es un verdadero quiero y no puedo.
Un viaje sólo apto para los que disfruten del viaje sin importarles mucho el destino.

Existe el interés en una sólida historia de aventuras, pero está cocinada sin ápice de ritmo ni gusto, sin personajes que digan algo, sin fuerza en un argumento que pueda mantener dicho interés previo. Tal es su nefasta consecución que me dormí a eso de la hora de metraje, cuando aún no había ocurrido nada, y al despertar, todo seguía igual.

"Z, la ciudad perdida" es objetivamente latosa, vaga e impersonal, y muy parecida en el reparto a "En el corazón del mar". Como ellos, Hunnan, Miller, Pattinson y Holland son sólo un atajo de caras bonitas intentando ponerse serios pero no les sale. Menudo tostón nos ha colado James Gray, y yo, pobre de mí, que la puse porque era de aventuras y me apetecía ver algo movidito. Caray, el 600 de mis abuelos gozaba de mayor celeridad.

Para no hacer larga la explicación, ademas de que esta película no se merece tanta charla, acá pongo lo malo y lo bueno.
Lo malo:
Un tanto inconexa e incoherente en muchos momentos.
Excesivamente larga y no tiene con que rellenar esos vacíos.
Al poco tiempo se vuelve un poco aburrida y algo tediosa.
Antes que termine ya se tiene un sabor a nada y una sensación de estar viendo algo insípido.
Lo bueno:
Siempre es bueno ver a Robertt Patinson recuperando su carrera.
No es tan mala como para dejar el cine o como para apagar el reproductor y poner otra cosa.
Siempre existe la promesa y posibilidad latente de que algo importante va a ocurrir.