Socios y sabuesos

Me encanta esta película, las dos veces que la he visto la he disfrutado muchísimo, por cierto, no la veo desde el siglo pasado.

La trama es simple pero el director convierte todo en una muy buena película.

El perro es sencillamente adorable, pero la parte final es demasiado triste.

Aunque el final es una preciosidad.

Hubo un tiempo que Tom Hanks era el rey de las sobremesas; Esta casa es una ruina, Big, Joe contra el volcán, Dos sabuesos despistados, y ésta, Socios y sabuesos. Y vuelta a empezar. Cada dos meses, comenzaba el ciclo. Luego se volvió un moñas sensiblero, y la cagó, porque su época de comedias, es, sin lugar alguno de dudas, su gran época. En la que se debería haber quedado. O al menos que se hubiese cambiado de nombre o algo, que Tom Hanks es nombre guasón, y no de tío que habla con una puta pelota de vóley en serio, como quien habla con su psiquiatra de sus traumas infantiles.

Total, que en plena vorágine de éxitos cómicos, se arrejunta a un chucho, que suelta más babas que el Iguazú y es feo como el solo, y se hacen amiguetes aunque el bueno de Hanks esté puteado. Por supuesto, que sea policía, es una excusa cojonuda para que haya una trama directamente relacionada con el chuchete en cuestión, para deleite y gozo de quienes vemos la película en cuestión. Todo para una película entretenida, que te lleva a recordar el sabor del bocata de Nocilla y los churretones por la camiseta por mirar embobado la televisión.

Poco más que decir.

P.D.: Espero que hayáis pillado la mierda del chiste entre el Hanks guasón y el que habla con Watson... es el mejor juego de palabras que habéis leído nunca, pero tan seguro como que mañana saldrá el sol. Aunque no lo veáis.

Un joven novato policía sumamente pulcro en especial con su apariencia física y su hogar. además de ser un organizador detallista de primera, ahora se encuentra que tiene que hacerse cargo de un perro extremadamente salvaje, asqueroso y destructor, solamente por el mero hecho de que nadie está dispuesto a tenerlo y es un testigo clave en un asesinato.

Suave y dulce comedia de acción por el dos veces ganador del Oscar Tom Hanks ("Philadelphia" - 1993 y "Forrest Gump" - 1994). En su larga carrera en el cine el actor Tom Hanks ha participado en cientos de filmes, pero en donde se dio a conocer fue con el género de la comedia con filmes tales como "Bachelor Party" (1984), "Splash" (1984), "Volunteers" (1985), "Nothing in Common" (1986), "Dragnet" (1987) y "Big" (1988) entre otras.

La película tuvo un presupuesto de $21 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $71 millones en EEUU solamente, más $35 millones por la venta de alquiler en los videoclubes, además recibió dos nominaciones a diferentes premios en festivales de cine, de los cuales ganó uno de ellos.

Es una de estas películas que marca tu infancia y que no puedes dejar de ver siempre que la ponen en la tele.

Acostumbrados ahora a ver a Tom Hanks ya muy mayor y normalmente en papeles más serios, nos olvidamos que se hizo famoso en papeles cómicos en películas que tenían en general bastante encanto, comedias familiares fácilmente digeribles y de bastante calidad. Mis favoritas son “Big”, “Esta casa es una ruina” y ésta que nos atañe.

La película es muy divertida (a ratos desternillante), transmite buenos valores, tiene una estética retro ochentera fascinante y en varios momentos nos emocionará profundamente.

¿Por qué entonces no debemos decir que es una buena película? Es un producto muy comercial y familiar, pero de calidad.

Básica, interesante, sencilla, directa, pasajera, entretenida, desenfadada, divertida, ingeniosa, entrañable y emotiva producción de corte familiar e infantil en la que Tom Hanks, se convierte en un detective que se encarga de la investigación del asesinato de un conocido, de cuyo perro también se hace cargo.
Producción sencilla e inolvidable en la que la pareja protagonista, ofrece y regala momentos entrañables y divertidos con los que poder disfrutar, mientras se va resolviendo un asesinato.
Tom Hanks. exprime y explota su lado más carismático, formando un equipo estupendo con su compañero de reparto. Juntos desbordan carisma y simpatía, convirtiendo sus enredos en piezas claves para llegar a ofrecer un buen entretenimiento con el que conquistar al público.
Socios y sabuesos, no ofrece nada realmente novedoso, pero consigue que todo funcione a la perfección, manteniendo la emoción y el misterio hasta su emotivo desenlace.