El misterio del faro

El objetivo primordial desde los inicios del cine, es atrapar al espectador, de la manera que sea. Y puedo asegurar que Keepers ha abandonado esa finalidad.

Nos encontramos ante un trabajo áspero, que en ningún momento busca la empatía con su público. La historia que aquí se cuenta me interesa poco, tal vez por su desarrollo, e incluso aguantando el discurso, tampoco el final resuelve el conflicto creado.

Si te gusta la buena interpretación, puede que te quedes hasta el final. Por lo demás, una película carente de ritmo y de trama. Se deja llevar por detalles sin importancia y se olvida de lo realmente esencial: resolver el misterio.
Un sinsentido de acontecimientos que hace que el espectador se canse y acabe dejando la película a los pocos minutos. Ni siquiera han sabido iluminar al público con paisajes extraordinarios.

El danés Kristoffer Nyholm da el salto de televisión a la gran pantalla con esta cinta inspirada en una antigua leyenda escocesa. El cuento habla de tres fareros que desaparecieron de las islas Flannan sin dejar rastro y el director ha querido plasmar la historia en su primera película.

La localización de los hechos permite a la audiencia disfrutar de un espléndido contenido fotográfico que Jørgen Johansson trata de manera excelente. Filmado en Escocia, el largometraje ofrece increíbles imágenes de la isla, los verdes paisajes, el mar o las tormentas. Asimismo, refleja acertadamente la soledad de la situación combinada con la inquietud de los sucesos que están por venir. Cabe destacar también la buena realización de los planos, que consiguen zambullir al espectador en la trama mediante detalles como las miradas o la expresividad de las caras que la cámara capta al acercarse a los actores.

Veteranos de la pantalla, Gerald Butler y Peter Mullan hacen gala, junto con Connor Swindells, de una magnífica interpretación. Sus personajes evolucionan a lo largo del relato, al ir aflorando sus instintos básicos, fruto del aislamiento en el que están viviendo. Su actuación aumenta la tensión entre el público poco a poco y se crea una atmósfera siniestra. Estos papeles dramáticos, que pueden llegar a rozar un punto de locura, desembocan en situaciones cuestionables como consecuencia de las condiciones en las que se encuentran.

Por otro lado, el film no trata de resolver este misterio de hace más de cien años sino que lo deja como el enigma sin aclarar que se conoce. Simplemente, la narración se inspira en estas habladurías para explorar una posible explicación que deja muchos aspectos sin solucionar. De esta manera, la atención se centra en recrear el ambiente, algo que se consigue con asombrosa eficacia.

Keepers es un debut extraordinariamente bien hecho, que combina maravillas visuales con un gran trabajo de los actores y consigue mantener a la audiencia angustiada hasta el final. Pero eso sí, la incertidumbre permanece.

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No sé si la vida de un farero es muy dura, pero sin duda tiene que ser bastante aburrida. Así que me estaba temiendo que esta producción británica con poca promoción sería un tedioso rollo. También la participación de Gerard Butler en un proyecto como este, tenía toda la pinta de ser un mero reclamo comercial para llamar la atención.
Y tras muchos cambios de opinión que he ido teniendo según la veía, al final se ha demostrado que sí, que desgraciadamente es mala.
He estado a ratos mirando el reloj, y a ratos pensando que quizás no iba a estar tan mal al fin y al cabo. Pero cuando he terminado, creo que le pesan más los defectos que las virtudes.
Es un thriller de entorno aislado que parece que va a estar interesante cuando empiezan a pasar cosas, pero que vuelve una y otra vez a las escenas vacías, a los silencios, a una exasperante lentitud narrativa incluso en secuencias de enfrentamiento. El argumento, como decía Bilbo Bolsón, es como mantequilla dispersa sobre demasiado pan. Tal y como nos la cuentan, la esencia de la historia podría haberse resumido en un tercio del tiempo que dura el film, que tampoco es demasiado largo que digamos. Toda la tensión de la situación que podría haber, se diluye con planos largos, secuencias en las que les vemos comer y escenas con Gerard Butler cantando.
Así que, aunque he dudado mucho entre si es mediocre o mala, al final me decanto por lo segundo. Si he estado deseando de que avanzara o incluso que terminara en más de una ocasión, es porque algo falla.

La cosa empieza muy bien, pero poco a poco se va llenando de bruma… es difícil otear el horizonte con claridad…

Venga, acepto. Me dejo atraer por los actores, que se lo curran… me dejo envolver por la ambientación, tan poco hospitalaria… el director pretende ser honesto, se le nota y resulta convincente…. Pero los guionistas… a quién van a engañar… faloreeelos!

La cosa empieza muy bien, pero se despendola de forma increíble. Aunque distrae.