Con tan solo mirarla

Poco diría... Muy bien interpretada pero con un guión catastrófico que se hunde en algo indefinible, sin trayecto y sin que para mí, genere ese interés que algunas críticas apuntan,

La encontré extraña, impostada, con personajes que contaban historias muy breves y en ocasiones absolutamente innecesarias. Jamás vi coherencia, y en la de Glen Close, que fue la más apetecible, se desdibujó al llegar a su incongruente final.

Perdí el tiempo.

Empieza bastante bien y crees estar viendo el comiezo de una de esas películas que te llegarán muy dentro y dejarán en tí un gran recuerdo. Pues no, la cosa va perdiendo fuerza hasta un punto en el que, cerca del final, ya casi ni te importa que les pasa a ese grupo de mujeres. El desenlace demasiado abrupto y forzado, como obligándose a cerrar todos los hilos que (interesantemente) se abrieron al principio.

A mi juicio, esta película va ganando en interés y calidad a medida que avanza.
El conjunto general de la película me ha parecido algo efectista, ya que no se cuenta la vida de estas mujeres, sino que se muestran sus miserias. Las coincidencias que se dan en la peli, aunque tan reales como la vida misma, me parecen algo forzadas.
Lo mejor, los diálogos de la chica ciega con su hermana. Y ciertos detalles sumamente expresivos.
¿Recomendaría esta película? Sí, pero no con un énfasis excesivo.

Mujeres, sólo mujeres. Un mundo de seres fuertes, independientes y almenado de gélida autosuficiencia. Un mundo de valientes amazonas. Un entorno donde los hombres son secundarios y el ritmo de la vida, el saber estar y el poder, tienen musicalidad y fragancia femenina.

Pero también, según Rodrigo García, huelen a hembra la soledad y las dudas, la derrota y la búsqueda de la imposible felicidad. Sólo aquellas que han tocado fondo (la mendiga) tienen sabiduría para enfrentarse a la batalla diaria, al mundo despiadado. Saben que hay armas más eficaces que un corazón de piedra; después de todo el pétreo escudo es sólo un arma defensiva, que no para todos los venablos.

La historia transcurre en un barrio de Los Angeles donde un grupo de mujeres intentan reorganizar sus vidas. Nuestro director las observa, invisible; las sigue con igual discreción y deja al descubierto, con sensibilidad y a la vez con movimientos de cirujano experto, el órgano dañado, ése que los médicos nunca ven, el alma.

Si esta película tiene valía es por su sinceridad dramática. Es exquisito ver la elegancia con la que su director maneja el drama, sin caer en la emoción fácil, sin embriagar al espectador innecesariamente. Cinco historias con vida propia que comparten un espacio común, un barrio de Los Angeles, pero capaces de crear un microuniverso sentimetal donde las frases, los silencios, todo parece estar medido a la perfección. Sin duda, una de las visiones femeninas más diversas que he visto en el cine, sin clichés, sin vulgaridades, una visión positiva de los baches de esta vida. En resumen, un melodrama de lujo con actuaciones soberbias, inolvidable sintonía que sobresale en la transición pre-escénica, y una humanidad que rebosa por todos lados.